Los apetecidos $10.67 del subsidio al gas

Cuando el consumidor no puede utilizar el aparato electrónico para introducir los datos y se lo anota al vendedor, puede generarse el problema de robo de contraseña

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Las empresas distribuidoras deben vender el producto subsidiado y esperar el reintegro estatal. Foto EDH / L. MONTERROSA

Por Patricia García nacional@eldiariodehoy.com

2014-02-10 8:00:00

Diversas son las historias que se cuentan sobre el destino de los subsidios al gas propano que recibe la población salvadoreña, pero más allá de los fines para los cuales se utilizan, la verdad que nadie objeta es la falta de un método adecuado para la entrega del dinero.

Con la implementación de cinco diferentes modalidades de entrega del subsidio directamente al consumidor y ya no a las empresas, lo que se ha puesto en evidencia, es que esta entrega continúa siendo un mecanismo ineficiente de focalización del mismo.

Pese a que el presidente Mauricio Funes, destacó en noviembre de 2013, que con el cambio de modalidad para recibir este subsidio se garantizaría una entrega más eficiente y que evitaría el despilfarro, existe una contradicción con lo que se observa en la realidad.

El Ministerio de Economía publicó a través del sitio de propaganda Transparencia Activa, sobre la suspensión en la venta del producto a 37 establecimientos que venden gas subsidiado “por robar el PIN secreto” de sus clientes para obtener beneficios extras, sin embargo, según lo destaca el presidente de Udigas, “aunque los multen, es una situación que no pueden controlar en todo el país”.

Los distribuidores de gas en el país tienen en muchas ocasiones, acceso a los números “secretos” de las tarjetas solidarias y números de DUI de sus clientes, mochas de los cuales son adultos mayores.

Cuando el consumidor no puede utilizar el aparato electrónico para introducir los datos y se lo anota al vendedor, puede generarse el problema de robo de contraseña.

Lo que hace luego el vendedor inescrupuloso es hacer parecer que el cliente al que le ha robado el PIN le ha comprado el cilindro el siguiente mes y de esta manera cobrar los $10.67 en concepto de subsidio, o el monto que esté en vigencia.

La otra cara de los subsidios

Por otro lado, están los salvadoreños que por cuenta propia venden su compensación económica cuando no la van a utilizar.

El presidente de Udigas, señala que no está en contra de la entrega del subsidio a quien lo necesita, pero que como ahora algunos tienen derecho a un subsidio mensual, “no lo quieren desperdiciar” y por ello recurren a diversas acciones para beneficiarse de esto.

“Cuando se le regala el dinero a la gente lo que sucede es que no lo gastan en gas, sino en otra cosa”, indica Medrano. Tal como lo argumenta, existen personas que cambia su compensación por dinero o por otras cosas.