Gobierno debe generar más empleo y fortalecer clase media

Organismo enfatiza que solo con el crecimiento de la clase media los países de la región reducirán la pobreza, lo que indica mejor educación, fuentes de empleo y crecimiento económico

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El informe fue presentado ayer en Washington. A la derecha, George Gray Molina.

Por tomás guevara Corresponsal en Washington

2014-02-25 9:00:00

Los programas sociales de transferencias de dinero en efectivo que realizan algunos gobiernos de la región como en El Salvador para combatir la pobreza no estarían cumpliendo el objetivo de desaparecer esta problemática si no se atiende el más complicado trabajo de robustecer la economía para generar empleos, según un informe del Banco Mundial difundido ayer en Washington.

El estudio, titulado “Ganancias sociales en la balanza: Un reto de política fiscal en América Latina y el Caribe”, fue presentado por la gerente del Grupo de Reducción de la Pobreza y Género para la región por el Banco Mundial, Louise J. Cord, y el economista principal para América Latina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, George Gray Molina.

Si bien sobre El Salvador, Louise J. Cord destaca que ha habido reducción de pobreza, planteó que “lo que trata sobre el nivel de la deuda (este país) tiene que poner el enfoque sobre el crecimiento de la economía, la comercialización externa y también en un manejo de sus políticas fiscales de una manera eficiente…”.

Según Louise J. Cord, solo una clase media fuerte, que demande eficacia y calidad en los servicios por parte del estado y que pueda invertir en el contrato social del país, es una garantía de progreso para los países porque, además, tiene un efecto multiplicador positivo hacia los más vulnerables, dijo en su intervención.

“Para mí, la gran esperanza a futuro es el crecimiento de la clase media , y si este grupo, que exige mejor calidad en los servicios y que está preparado para invertir en el contrato social, también pueda mejorar la calidad de las oportunidades para los pobres, los vulnerables, y también sumarlos y mejorar sus necesidades; tenemos que concentrarnos en esto”, explicó Cord.

Si bien el estudio muestra que en la última década la región superó los índices de pobreza extrema y desigualdad, muchos son los desafíos que enfrenta un buen número de países donde las expectativas de crecimiento se estancaron.

El economista Gray Molina, del PNUD, explicó que hay un punto ciego que el organismo internacional ha tratado de enfatizar en muchos gobiernos de la región, en especial para aquellos que están gastando en transferencias sociales, pero desatendiendo el asunto fiscal y el impacto que esto tiene para el mismo crecimiento del país.

“Gran parte del efecto de las transferencias condicionales (Subsidios) y las transferencias de efectivo tienen también la incidencia de las políticas impositivas regresivas, lo hemos visto en muchos países; porque por un lado lo que da el ministerio social, por el otro lo quita el ministerio de hacienda, hemos visto que esto llega hasta el tercer decil (valores) y es preocupante, la idea sería que esto esté por encima del cuarto decil y hasta el quinto o sexto para llegar a un sistema progresivo y mantenerlo. Este es uno de los puntos ciegos”, dijo Gray Molina.

Por su parte la gerente del Banco Mundial, Louise J. Cord, indicó que aunque en la última década la pobreza en la región ha tenido un descenso significativo, hasta 2012, ubicándose en un 12.3 por ciento, esto no es garantía porque un alto porcentaje lo componen familias vulnerables que sobreviven con menos de $10 dólares al día y que no tienen todavía garantizado el pase definitivo para ubicarse en una robusta clase media, a la que apunta el organismo multilateral entre sus objetivos para el corto plazo.

La funcionaria del organismo presentó los resultados del informe en el Centro Woodrow Wilson con la coparticipación también del centro de análisis Diálogo Interamericano; ahí explicó que para muchos países del hemisferio hay un reto importante en disminuir la desigualdad, porque de no hacerlo se corre el riesgo de agudizar los niveles de pobreza.

Ordenamiento fiscal

Para la gerente del Banco Mundial, solo con el crecimiento sostenido de la economía y con una buena organización de las finanzas públicas, además del robustecimiento ampliación de clase media es como se puede asegurar la salida de la pobreza y garantizar así un futuro mejor para la región, algunos países ya han despegado en esa ruta, expuso. El Salvador sigue retrasado a nivel regional (ver entrevista aparte).

Para el 2030, el Banco Mundial prevé que el subcontinente americano haya reducido la pobreza al 3 % y que el denominador común sea entonces la clase media, un objetivo que está supeditado a un crecimiento moderado de la economía en los países que han tenido una media del 3 %.

Países como El Salvador, que ha experimentado un crecimiento atrás de la media latinoamericana en los últimos años, y con un índice de pobreza superior a la media regional, deberán afrontar con mayor empeño los desafíos que esto plantea.

A manera de conclusiones, Cord señaló que buena parte de los países no se han concentrado en las recomendaciones de organismos multilaterales como el Banco Mundial, que han establecido algunos parámetros para tener un balance entre el gasto social y la recaudación fiscal.

“La política fiscal sigue siendo uno de los instrumentos subutilizados en gran medida en América Latina, especialmente respecto a temas impositivos y de gasto, porque no se está usando para reducir la desigualdad”, acotó Louise J. Cord del Banco Mundial.

Bajo ese panorama observó que, si bien el informe indica un avance sustancial para la región en el combate a la pobreza y prosperidad compartida, “hay nubarrones en el horizonte con proyecciones de crecimiento modesto”.