BM: cobertura de agua y educación aún es baja

El Salvador es el último en el acceso al agua potable de acuerdo con estadísticas del organismo

descripción de la imagen
El acceso al agua es importante para acceder a otras oportunidades. Foto EDH/archivo

Por

2014-02-26 9:00:00

Pese a que el Gobierno ha hecho millonarios gastos en subsidios y programas sociales, El Salvador está en la última posición de acceso al agua potable y en educación hasta sexto grado, según indican cifras del informe del Banco Mundial, denominado “Ganancias sociales en la balanza: un reto de política fiscal en América Latina y el Caribe”.

El informe señala que “el acceso al agua sigue siendo escasa y desigual en los países andinos y centroamericanos”.

En sus estadísticas El Salvador es el último en cuanto a cobertura y también en el Índice de Oportunidad Humana (HOI) que mide cómo el acceso de los niños a las oportunidades básicas como el agua, la educación, la electricidad y el saneamiento se ve afectado por las circunstancias (residencia y educación de los padres), lo que revela que el acceso a las oportunidades de calidad son bajas y no son equitativas.

De acuerdo con este indicador, elaborado por el Banco Mundial, el acceso al agua potable y saneamiento tiene una cobertura que no supera el 30 % mientras que países como Argentina o Costa Rica tienen una cobertura casi total.

En contraste, la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2012, indica que los hogares que cuentan con el acceso al servicio de agua por cañería a nivel nacional (que incluye cañería dentro y fuera de la vivienda, cañería del vecino, pila, chorro público o cantarera, chorro común y acarreo cañería del vecino) son el 85.4 % y los que se abastecen con agua de pozo, representan el 7.7 %.

Sin embargo, el informe coloca a el país como el que menos cobertura tiene, tanto si se compara con los países de Centroamérica como con el resto de países de Latinoamérica.

“El acceso al agua mejora drásticamente la salud de la infancia, mejora la higiene y reduce la necesidad de los niños a buscar agua para el hogar, una actividad potencialmente extensa y ardua”, expone el organismo internacional, al destacar la importancia de tener el vital líquido.

Las cifras del Banco Mundial también contrastan con los montos de subsidio que el Gobierno entrega a la población a través de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda). Solo en 2012 esta institución erogó cerca de $70 millones en subsidios al agua potable para reducir la tarifa de los salvadoreños.

Poca cobertura educativa

El Salvador también es el penúltimo en HOI y en cobertura cuando se trata del acceso a la educación hasta sexto grado, pese a que el Gobierno ha gastado más de $94.5 millones en la entrega de útiles escolares y uniformes como una forma de motivación para que los niños asistan a la escuela.

De acuerdo con datos de la Secretaría Técnica de la Presidencia, esta inversión ha beneficiado a 1.3 millones de estudiantes del sistema educativo público.

El Banco Mundial indica que El Salvador tiene una cobertura e Índice de Oportunidad Humana del 50 % mientras que México y Argentina lideran en Latinoamérica, con amplia cobertura de educación.

En una conferencia brindada el martes en la ciudad de Washington, Estados Unidos, la gerente del grupo de reducción de la pobreza y género para la región, del Banco Mundial, Louise J. Cord, dijo que solo una clase media fortalecida puede ser la garantía para el progreso de los países en desarrollo.

El informe señala que pese a que ha habido una significativa reducción de la pobreza en América Latina, no deben ser las transferencias (subsidios) el eje central de un país que busca el desarrollo, sino más bien, la creación de empleos y la dinamización de la economía. El Gobierno asegura que son estas transferencias las que han mejorado la calidad de vida de las familias, pero al respecto, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) señaló recientemente que aún no hay una forma de comprobar que las transferencias hayan contribuido a reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.