El presidente de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos), René Novellino, dejó ayer claro que el sistema de pensiones (de las AFP) no ha colapsado, como lo dijo el presidente de la República, Mauricio Funes, en una entrevista televisiva.
“El sistema previsional que tenemos ha colapsado. Anualmente el Estado tiene que pagar 400 millones de dólares. Por lo tanto hay que reformarlo”, dijo el mandatario.
Sin embargo, Novellino aclaró que el actual sistema, en el que se cotiza de forma individual, no es el problema, sino más bien, la fuente de financiamiento que el Gobierno tiene para saldar una deuda que asumió desde 1969, cuando se creó el sistema de pensiones del ISSS e INPEP.
El problema es que, para pagarles a los más de 100 mil cotizantes y pensionados del sistema público, el Gobierno ha estado tomando dinero del Fondo de Pensiones del sistema privado (AFP), desde 2006, a una baja tasa de interés.
Novellino dijo que si bien es cierto la presión fiscal es preocupante para el Gobierno, también es importante que éste trabaje por garantizarle una buena pensión a los cotizantes actuales, que no están ganando nada por prestarle dinero al Gobierno. “Yo creo que el tema de pensiones se debe ver desde dos ópticas: el pago del anterior (sistema) y la perfección del actual”, dijo.
La rentabilidad es, para Novellino, el tema más importante que debería tratarse en el momento en que se discutan las reformas a las pensiones, para las que ya hay un diagnóstico en el que también se incluyen medidas nada favorables para los cotizantes. Hasta hoy, todas las reformas han ido encaminadas a disminuir la presión fiscal del Gobierno, pero ninguna a elevar la rentabilidad de los actuales cotizantes. “Hay que balancear eso”, aclaró.
Ampliar las opciones de inversión, tanto dentro como fuera del país, y considerar un cambio de ley para que el dinero que el Gobierno tome prestado gane más intereses son algunas de las opciones que Novellino considera importantes para balancear el sistema.
Funes aclaró al respecto que el Gobierno ya está trabajando en reformas para aumentar la rentabilidad y, por otro lado, negó que se esté considerado un alza a los años de cotización y a la edad de retiro, que se presentaría después de las elecciones.