Quien resulte ganador de la segunda vuelta electoral asumirá las riendas de un país con fuertes desafíos. ¿Cuáles serán los principales en materia económica? Aquí le presentamos un resumen de los mismos, según economistas consultados por Expansión.
Más allá de aspectos técnicos, los expertos señalan que uno de los principales retos del próximo gobierno será fomentar la construcción de consensos mínimos para desmontar el enfrentamiento que el actual gobierno ha mantenido con la empresa privada y con la oposición política.
Poco después de asumir el Ejecutivo, el nuevo gobierno tendrá que afrontar una situación fiscal tan complicada que ni siquiera contará con recursos suficientes para terminar el año, debido a que el actual Presupuesto General de la Nación es incompleto y desfinanciado, señaló el director de Estudios Económicos y Sociales de Fusades, Álvaro Trigueros.
Más a mediano plazo yace el desafío de una reforma de pensiones que muchos auguran dolorosa para los trabajadores.
Pero el mayor reto económico para el próximo gobierno será resolver el enigma de cómo aumentar el crecimiento. Si bien el país ha alcanzado tasas altas de expansión del PIB, solamente lo ha conseguido por periodos relativamente cortos, y no de manera sostenida. El gran desafío consiste en alcanzar esas tasas y mantenerlas de forma sostenida, al tiempo que se mejoran las condiciones de vida de los salvadoreños.
RETO NO. 1: AUMENTAR EL CRECIMIENTO
El bajo crecimiento económico se ha convertido en un problema crónico para El Salvador. En los últimos 60 años, la economía del país creció un promedio de 1.3 por ciento anual, destacó el director del departamento de Estudios Económicos y Sociales de Fusades, Álvaro Trigueros.
Los analistas consultados para este reportaje coincidieron en que ese es el primer gran desafío económico que afronta el país.
Trigueros señaló que El Salvador debe aspirar a una tasa de crecimiento promedio de 5 por ciento sostenida por al menos 20 años. Y aunque parezca inalcanzable, hay varios países que lo han conseguido en la historia reciente, como por ejemplo: Chile, Singapur y Corea del Sur.
El economista Luis Membreño cree que lo primero que se requiere para que la economía empiece a crecer a altas tasas es “un golpe de confianza”. Para ello, el gobierno -el actual, pero sobre todo el próximo- debe asumir, con humildad, que no puede sacar adelante al país sin alcanzar consensos mínimos con los principales opositores.
“No se debe satanizar al opositor”, añade Trigueros. También coincide con Membreño en la necesidad de generar confianza, pero añade otras exigencias: “La confianza es el pegamento de una sociedad. No se debería irrespetar los acuerdos, no hacer trampa, no violar la Constitución y las leyes”.
Trigueros opinó que independientemente de quién gane la próxima elección, el partido triunfador debe asumir que el otro también representa a un alto porcentaje de la población y cuenta con una cuota de poder que no se puede ignorar.
RETO NO. 2: INCREMENTAR LA INVERSIÓN Y EL AHORRO
Directamente relacionado con el reto de aumentar el crecimiento económico está el de elevar las tasas de inversión y ahorro.
El Salvador registra una tasa de inversión (pública y privada) de aproximadamente 14 por ciento del PIB, mientras que los países que se han desarrollado han mantenido por años al menos un 20 por ciento, detalló Álvaro Trigueros, de Fusades.
Para aumentar la tasa de ahorro y de inversión, el gobierno debe considerar medidas obligatorias como las que han aplicado países asiáticos, opinó el director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), Roberto Rubio. A manera de ejemplo, Rubio citó esquemas de ahorro obligatorio para comprar casa, como lo era el Fondo Social para la Vivienda.
También se puede aumentar la tasa de cotización a las Administradoras de Fondo de Pensiones (AFP). Otras medidas incluyen, por ejemplo, permitir que las AFP inviertan en titularización de inversiones, principalmente de bajo riesgo, agregó el director de Funde.
El país también debe aumentar considerablemente la atracción de inversión extranjera, que se ha desplomado en años recientes. Para ello, debe mejorar la seguridad, tanto jurídica como ciudadana, opinó el economista Luis Membreño.
Una de las áreas específicas en que se puede y debe atraer inversión es la minería, según el ex ministro de Economía Miguel Lacayo. En su opinión, el país debe aplicar estándares internacionales de protección al medio ambiente para extraer el oro que se sabe existe en el país, lo cual generaría grandes beneficios económicos.
RETO NO. 3: RESOLVER LA CRISIS FISCAL
A pesar de un aumento sustancial en los ingresos, el déficit fiscal del país cerró en 2013 por encima del 4 por ciento del PIB. Adicionalmente, Fusades señala que el Presupuesto General de la Nación aprobado para el presente año es incompleto y desfinanciado.
“Al gobierno se le van a acabar los recursos, no tiene para ejecutar el presupuesto la segunda mitad del año”, aseguró Álvaro Trigueros, uno de los directores de Fusades.
Lo que el nuevo gobierno tendrá que hacer es un ‘rollover’, es decir, convertir deuda de corto plazo en deuda de largo plazo, añadió el economista Roberto Rubio. Esta medida requiere aprobación legislativa.
Lo anterior resolvería nada más el problema de corto plazo; pero en el largo plazo, el gobierno tendrá que tomar medidas, ya sea reduciendo sus gastos o aumentando aún más sus ingresos.
Un área en la cual el país afronta un gran desafío es en el de las pensiones. El gobierno actual ha hecho un diagnóstico y algunas propuestas. Rubio sostiene que una de las medidas que más suenan es la eliminación de la pensión vitalicia, de manera que cuando una persona que se jubile en el sistema privado agote sus ahorros para retiro, ya no reciba una mensualidad.
Rubio añade que el próximo gobierno tendrá que negociar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual implicará medidas de ajuste fiscal, principalmente por el lado del gasto.
RETO NO. 4: AUMENTAR LAS EXPORTACIONES
Volcarse a los mercados externos es una necesidad imperiosa para un país como El Salvador, que aún junto con Centroamérica tiene un mercado pequeño.
El año pasado, las exportaciones crecieron 2.8 por ciento, pero el país necesita conseguir tasas de dos dígitos de manera sostenida por varios años, señaló el consultor Luis Membreño.
Las ventas del país al exterior obtuvieron crecimientos de 16.4 por ciento en 2010 y de 18 por ciento en 2011. Sin embargo, para 2012 se desplomaron al 0.6 por ciento.
“Nosotros no estamos aprovechando la globalización, ahí hay oportunidades”, dijo Álvaro Trigueros, de Fusades.
Para poder exportar, se necesita atraer inversión extranjera, y para ello el país debe generar más confianza, añadió Membreño.
Además de disminuir los índices de delincuencia y reducir los costos de producción (como el de la energía eléctrica), el país debe establecer reglas del juego claras en el largo plazo.
Trigueros destacó que los países que logran alto crecimiento económico y desarrollo social son también países que tienen un sector exportador dinámico y competitivo.
RETO NO. 5: PROMOVER EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LA ECONOMÍA DE MERCADO
Otro gran reto del país es promover el buen funcionamiento del mercado, para lo cual es muy importante fomentar la competencia, sostuvo Álvaro Trigueros.
“El propósito del funcionamiento de cualquier economía es que favorezca a toda la población”, añadió el investigador. “Si tenemos una economía llena de monopolios, llena de proteccionismo, llena de controles de precios, entonces el mercado no funciona y no favorece a los consumidores”.
Este reto implica el fortalecimiento de instituciones como la Superintendencia de Competencia y la Defensoría del Consumidor, pero además garantizar un buen funcionamiento del mercado laboral, el de capitales y el de bienes y servicios.
El Salvador cuenta con una Ley de Libre Competencia desde 2004, pero algunos analistas opinan que las dos instituciones antes mencionadas cuentan con muy pocos recursos para cumplir su labor de manera efectiva.
La creciente incursión de Alba Petróleos en diferentes sectores de la economía ha generado preocupación por sus nexos directos con el partido en el gobierno. La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) ha denunciado el favorecimiento de este conglomerado por parte del gobierno, mientras que en el pasado economistas y opositores criticaron el uso del aparato público para favorecer algunas empresas en detrimento de otras.