La inflación le dobla las manos a Kicillof

Las reservas cayeron más del 30 %. Tambalea la única fuente de divisas de Argentina para pagar deudas y para controlar el mercado cambiario

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Al ministro de Economía, Axel Kicillof, la inflación se le va saliendo de las manos. La calificadora de riesgo, Moody's considera improbable que logre disminuir la presión inflacionaria.

Por Por Guadalupe Trigueros Fabeiro/Reuters | Fotografía Reuters

2014-02-04 9:08:00

Una apresurada alza de precios y un peso que cada vez vale menos ha golpeado a los argentinos en la última semana. La inflación y la devaluación de la moneda le han doblado las manos al Ministro de Economía, Axel Kicillof.

Intentó en vano, dos semanas atrás, seducir al Club de París para renegociar una deuda de $9,500 millones. Su pretensión era mejorar el descrédito de su país y abrir más fuentes de financiamiento internacional que no las tiene desde 2002, cuando Argentina cayó en cesación de pagos. Pero no le ayudó la reciente negativa ante tribunales estadounidenses de pagar capital e intereses a los tenedores de deuda no reestructurada, valorada en $1,300 millones.

Al regresar del Club de París con las manos vacías, Kicillof no pudo contener una caída mayor a 30 % en las reservas internacionales. El Banco Central apenas tiene cerca de $29,000 millones en caja, el nivel más bajo registrado desde 2006, según los reportes de las agencias.

Esta porción de liquidez es la única fuente de divisas de la economía argentina, tanto para pagar deudas, como para controlar su mercado cambiario, señalan los analistas y advierten que no tiene de dónde sacar más dólares si las exportaciones y las inversiones se mantienen a la baja.

Como era de esperarse, el peso se desplomó más de 20 %, la mayor caída de la moneda en 12 años , y la inflación se acerca al 25 %, con muchas probabilidades de llegar al 30 %.

Peores presagios

La agencia calificadora de riesgo Moody’s pronosticó que el peso argentino llegará a depreciarse un 50 % más este año. El peso llegaría a las 12 unidades por dólar (actualmente está a 8 por $1), con una inflación superior al 30 % al cierre de 2014, con implicaciones negativas para bancos, empresas y para los salarios de los trabajadores.

Recordó que permitir una devaluación es una típica medida adoptada por gobiernos para reducir la pérdida de reservas cuando sus monedas están bajo presión, pero en el caso de Argentina, al no incluir “esfuerzos creíbles y sustentables para reducir el déficit fiscal” y moderar la inflación, es “improbable” que el país logre reducir esas presiones.

Los dueños de comercios a lo largo de Argentina se apresuraron para cambiar las etiquetas con los precios de productos importados, desde cigarros cubanos a televisores asiáticos.

Los agricultores han decidido almacenar sus granos antes que exponerse a los vaivenes de la moneda local.

El gobierno flexibilizó desde el 27 de enero su estricto control de cambios y permite a los argentinos adquirir hasta 2,000 dólares al mes luego de pasar por el filtro del ente recaudador de impuestos.

Se espera tensión en las próximas semanas, cuando diversos gremios demanden aumentos salariales.