Ana Vilma de Escobar: “Atraer inversión no solo es cuestión de ferias de negocios”

La expresidenta de Proesa y Coexport coinciden en que la agencia gubernamental sufrió un deterioro en su funcionamiento por la falta de políticas públicas de atracción de inversión foránea

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Ana Vilma de Escobar: "Atraer inversión no solo es cuestión de ferias de negocios"

Por Juan José Morales negocios@eldiariodehoy.com

2014-01-20 8:00:00

La atracción de inversiones, un pilar fundamental para dinamizar la economía, necesita de una instancia pertinente que lidere, coordine y desarrolle políticas para encaminar este esfuerzo, el cual, según la exvicepresidenta de la República y expresidenta de Proesa (Agencia de Promoción de Inversiones de El Salvador), Ana Vilma de Escobar, se ha desmantelado y deteriorado.

En esto también coinciden otros sectores, como los agremiados a la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), que reconocen las dificultades para llegar a una cifra de crecimiento de 2.9 % en el período enero- noviembre de 2013, aunque el país tiene varios tratados comerciales que no se aprovechan de forma plena.

Para de Escobar la institución, que presidió entre 2004 y 2009, perdió fortaleza institucional porque no se convirtió en el ente que ejecutara una política pública al respecto, más allá de la capacidad técnica y administrativa de su personal.

“El trabajo de hacer que los inversionistas lleguen al país requiere de una visión de largo plazo y de acuerdos políticos para una visión estratégica. Hoy, lamentablemente, estamos a la zaga y no se ha logrado entender que, con más inversiones, se puede elevar la base tributaria”, afirmó la exfuncionaria.

Acá Pablo Durán, presidente de Coexport, añade el elemento de la información, tanto para las empresas locales como las foráneas, que no encuentran en las embajadas o en Proesa información sobre un mercado en específico, fase que desgasta y desincentiva al sector.

“Lo ideal es que Proesa sea una entidad rectora en todo sentido. Pero cuando la agencia tiene pocos recursos y no está amarrada a una estrategia, los esfuerzos son vanos, indicó el líder gremial, en clara alusión al aislamiento que han experimentado desde 2010, sobre todo porque la agencia dejó de depender de la vicepresidencia.

En esto, de Escobar considera que la agencia tuvo su buen nivel político y técnico, aunque, a su juicio, hoy no se puede hablar de atracción de inversión “solo con ferias de negocios”.

“Tengo la impresión que nadie se acerca a los inversionistas y los acompaña, los cuida. El trabajo se hace en casa, se buscan ventajas competitivas, se hacen llamadas, se mandan correos electrónicos, se coordinan agendas y, sobre todo, se hacen ruedas de negocios con acuerdos entre ambas partes. Así se sintetiza la labor de una agencia”, describió de Escobar.

En este sentido, tanto Proesa como su agencia hermana, Exporta, lograron en el ejercicio 2004-2009 alrededor de 250 proyectos, entre nuevas inversiones y expansiones, por un monto total de $1,100 millones en rubros como servicios, manufactura, textiles y aeromantenimiento.

Como contraste, en 2013 Proesa realizó 15 actividades de promoción de exportaciones, en las que se cerraron negocios por $12.6 millones, indican las cifras oficiales de la institución.

Para elevar este monto, más allá de discutir si Proesa es o no la institución adecuada para manejar los Asocio Público-Privados, las fuentes coinciden en que la clave es la integración de ministerios y “desburocratizar” el clima de inversión, el cual, según el índice Doing Business 2014, subraya varias complicaciones para iniciar un negocio en El Salvador, lo cual significa una mejora mínima de 0.18 puntos porcentuales en comparación con 2013.

“Se requiere algo más que hablar. No solo se trata de tomarse la foto con los inversionistas. Es de pedirle a cada ministro, a cada funcionario, que haga algo concreto en función de indicadores para mejorar el clima de inversión, algo que no se ha visto en los últimos años”, detalló de Escobar.

Por ello, Durán cree que el principal reto en la materia del próximo Gobierno será la estabilidad jurídica, “antes de pensar en incentivos”, ya sea a la productividad, a la exportación o a la inversión (con bajos aranceles, por ejemplo).

“Si la inversión fluyera en el país, nosotros pudiéramos aumentar nuestros márgenes de inversión y la balanza comercial no fuera tan desequilibrada. No es una fórmula compleja, pero sí requiere mucha voluntad sectorial”, puntualizó Durán.

El país en el último ejercicio no logró superar los $600 millones de inversión extranjera directa, según cifras oficiales.