Fronteras continúan aislando al comercio

En El Amatillo transportistas no descartan cerrar el paso a vehículos particulares y turísticos

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Los kilómetros de filas del transporte pesado son la muestra de la poca coordinación aduanal y el descontento por el cobro de $18. FOTO EDH / MARLON HERN??NDEZ

Por Juan José Morales nacional@eldiariodehoy.com

2014-01-13 8:00:00

Como orden indiscutible, más de 300 motoristas de vehículos de carga procedentes de toda Centroamérica parquearon ayer sus unidades por más de cinco kilómetros de la frontera El Amatillo y, en un gesto de claro desafío a las autoridades del gobierno, cerraron el libre tránsito de mercancías para protestar por el cobro aduanal de $18, vigente desde la semana pasada.

Esto suma al complicado panorama que desde el día sábado se vive en La Hachadura, el otro paso fronterizo de importancia nacional, donde incluso los transportistas de frutas y hortalizas regalaron su mercadería por el estado de deterioro en que se encontraban, problemáticas que sintetizan la situación de actual aislamiento del comercio regional que se vive.

Paralelo a esto, en el oriente del país el abrasante calor cobró el peaje de la incertidumbre aduanera. Porque entre una mezcla de olores repulsivos de productos cárnicos vencidos, unidades varadas por la falta de combustible y el vaivén de las hamacas bajo los contenedores, El Amatillo es tan inhóspito como la negativa de las autoridades de Aduanas por la situación. Y de momento no hay salida visible.

La Federación de Entidades Privadas de Centroamérica, Panamá y República Dominicana (Fedepricap), mostró ayer su preocupación “por la interrupción del comercio intrarregional provocada por la improvisada puesta en marcha de un sistema de inspección no intrusiva, que además de incrementar los costos del comercio en la región, afectan a millones de ciudadanos, miles de empresas y a gobiernos, provocando que este tipo de eventos impacten negativamente no solo en el comercio regional, sino en la creación de empleos y competitividad” .

La directora de Aduanas, Daisy Reynosa, justificó la semana pasada que el pago es por “inspección no intrusiva”, aunque no se hayan eliminado las prácticas de bajar la mercadería y revisarla de forma manual.

Para los guatemaltecos, El Salvador dejó de tener el mejor sistema de aduanas de la región desde hace mucho tiempo, mientras que los hondureños dicen que la incapacidad del personal de aduanas es “el cuello de botella” que genera el caos”.

“Cuando yo parqueo el furgón en una frontera es un tiempo muerto que mi jefe no me repone (…) es un tiempo que no puedo pasar con mi familia y con mis hijos”, describió Melvin Araúz, quien desde Guatemala manejó una tolva con cal que tenía que llegar hoy a Costa Rica. Pero hoy la fecha es indefinida.

El mismo presidente de la Asociación Salvadoreña de Transportistas Internacionales de Carga (ASTIC), Raúl Alfaro, coordinó desde la noche del domingo la medida, la cual contó con el apoyo de varias gremiales de Honduras al tal punto que las autoridades policiales de El Amatillo se limitaban a observar el cierre, sin intención evidente de desalojo. “No estamos acá por gusto. Seguiremos hasta el último momento porque una cosa es que el sistema de aduanas falle y otra es que quieran descargar su ineficiencia sobre nosotros con el cobro de los $18”, valoró el líder sectorial.

En este sentido en el recinto aduanal, situado a cuatro kilómetros después de la frontera, el ambiente era de hermetismo y poca eficacia, según se constató, por lo que se buscó al administrador del lugar, José Manuel Córdova, y los vigilantes interfirieron el ingreso del equipo de El Diario de Hoy.

Sin embargo, un lugareño que se desempeña como tramitador en la aduana confirmó que desde hace varios días el sistema electrónico Manpago y la plataforma Sidunea, fundamentales para las operaciones de importaciones y exportaciones, operan con múltiples irregularidades. “Hay improvisación porque en la mayoría de los casos la gente detrás de las ventanillas es la que dice si el furgón pasa a inspección de rayos X o se realiza una inspección ocular. Pero este es otro proceso que siempre debe de pagar el motorista y que se tarda varias horas hasta uno o dos días”, relató la fuente, que pidió el anonimato.

Otro de los malestares generalizados se relaciona precisamente con que los $18 son por un escanéo con rayos X que no se le realiza a todos los furgones. “¿Cómo yo voy a pagar ese dinero de mis viáticos y al final no se realizará la inspección? Es un robo del gobierno”, afirmó, Carlos García, transportista nicaragüense.

En el más adverso de los escenarios hay que señalar que los cargueros no descartan cerrar desde hoy el puente viejo de El Amatillo, donde circulan vehículos livianos y particulares (turísticos).

“Si no cede el gobierno salvadoreño, y si no tiene la suficiente capacidad de negociación, podemos bloquear por completo el acceso”, sentenció Edgardo Menéndez, transportistas de Honduras.