Duralita, 40 años de resistir fuego, inclemencias, crisis y depresión

La empresa incursionará en Panamá desde este año con una distribuidora local. En El Salvador es líder del 60 % del mercado de fibrocemento

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Gustavo Cartagena, presidente de Duralita, fundador de la compañía, hace 40 años. La empresa ha logrado posicionar la marca "Duralita" como el genérico de techos.

Por Por Guadalupe Trigueros Fabeiro | Fotografía Archivo Expansión EDH

2014-01-27 5:30:00

uralita incursionará en el mercado panameño a partir de este año. Ha buscado a un socio local para distribuir sus productos de fibrocemento, con las marcas “Duralita” y “Tejalita”, con las cuales planea posicionarse en la industria de la construcción de ese país, cuyo crecimiento económico es el más vigoroso de Centroamérica, con un 7.5 %.

Este es el plan de expansión que la compañía se ha trazado en el marco de su aniversario número 40, cuatro décadas durante las cuales considera ha llegado a abarcar el 60 % del mercado de productos de fibrocemento de El Salvador.

La compañía ha preferido reforzar el posicionamiento de sus marcas en el mercado nacional, antes que regionalizarlos, en respuesta a los elevados precios del petróleo que encarecen el flete de sus productos hacia los países vecinos.

Sus propietarios consideran que no son competitivos en mercados extranjeros, mientras este factor impere. Los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos y México, con sus preferencias arancelarias hacia los productos de fibrocemento, no han sido aprovechados por la misma causa, pero a cambio, la compañía se ha asegurado de crecer en su mercado nato y mantiene una prudente estrategia de expansión regional, con leve presencia en Guatemala, Nicaragua y Panamá.

En este último enfoca su segundo mayor esfuerzo, atraídos por el crecimiento y el menor costo de flete. La economía panameña es la que aporta cerca del 48.6 % del crecimiento del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) de Centroamérica, según la SIECA.

El Salvador contribuyó tan solo con el 3.5 % del incremento en la actividad global de la región, por ser la economía que menos crece en el istmo, 1.6 % al cierre de 2013.

Pero este es el mercado nato de la compañía, donde actualmente dirige el 90 % de lo que produce.

Mientras los terremotos y las catástrofes naturales golpean algunos rubros de la economía, a Duralita le va bien. La demanda les favoreció en los terremotos de 1986 y 2001, cuando los pedidos arrasaron su planta de producción y la venta a futuro creció. Una situación similar registra en casos de tormentas tropicales.

No obstante, le llueve sobre mojado cuando las crisis económicas deprimen el consumo, la venta de vivienda y la construcción, su gran aliado.

En los últimos años, la industria de la construcción del país ha continuado con niveles bajos de crecimiento en su actividad global. El sector ha pasado de tener altibajos sonoros, tales como la caída de -9.8 % en 2004, la de -6.9 % en 2007, la de -7.3 % en 2008, hasta recuperarse con 8.9 % en 2011 y volver a descender en 1.4 % un año después, para caer en -0.3 % en 2013.

Los créditos para la construcción de vivienda cayeron -30.19 % en 2013, respecto a 2012 y el consumo de cemento bajó en -2.69 %. En 2012 se vendieron 19,213.20 bolsas de cemento, mientras en 2013 las ventas reportadas fueron de 18,697.10 unidades de 42.5 kilogramos, según Casalco.

Si el crecimiento económico del país no fuera lento, la gremial de los constructores calcula que sus socios estarían edificando unas 6,861 viviendas, cifra que podría elevarse en la medida en que se faciliten los créditos de compra a los consumidores, entre otros factores.

Entre más vivienda, mayor demanda de techos, pero mientras no haya una reactivación agresiva, el inventario no se mueve.

“La crisis de 2008 golpeó mucho (…) la industria de la construcción cayó, y bajó la demanda de techos en un 40 %”, reconoció Margarita de Córdoba, gerente administrativa de Duralita.

Este es el panorama en el que Duralita celebra sus cuatro décadas en el mercado nacional. Sin embargo, a lo largo de su existencia, al igual que sus productos, la compañía ha demostrado ser resistente al fuego, a la intemperie, a las tormentas y también a las crisis.

Mientras la demanda de techos se recupera lentamente junto a la construcción, Duralita la enfrenta con la generación de nuevos productos para satisfacer las recientes necesidades del mercado y las tendencias arquitectónicas. Su habitual lámina de perfil en tono cemento ahora tiene variedades multicolores, al igual que sus tejas.

El portafolio incluye toboganes de asbesto tipo Crisotilo, utilizados en los parques de entretenimiento, los cuales ha logrado exportar a Estados Unidos y, recientemente, a Argentina, informaron.

La nueva generación de la compañía también le apunta a un nuevo mercado, el de las plantas solares fotovoltaicas.

Andrés Cartagena, director ejecutivo de “Ectropa”, la empresa que ya comienza a verse como la filial energética de Duralita, plantea llevar estos modelos de producción eléctrica al mercado centroamericano.

Duralita ha instalado su propia planta solar para ahorrar costos de producción.

Gustavo Cartagena, presidente y fundador de Duralita le ha dado la bendición a los nuevos planes de negocios.

Por el momento, no hay planes de instalar fábricas en la región centroamericana, donde la competencia directa, Plycem, (productor de la marca Eureka y Fibrolit) posee tres plantas, una en Honduras, otra en Costa Rica y la de El Salvador, donde se considera líder en sistemas de construcción liviana, con productos a base de fibrocemento.

Durante los últimos tres años, informaron, Duralita trabaja con un poco más del 60 % de la capacidad instalada, la cual puede elevar fácilmente a un 40 % adicional. Durante 2009, la capacidad estuvo cerca del 70 %.

Duralita emplea a 145 personas, tiene capacidad de producir al mes más de 300 toneladas de lámina corrugada, así como “Tejalita” y tejados decorativos. Sus inversiones superan los $2 millones en maquinaria.D