Gasolineras pierden $1.7 Millones por cierre de calles

Empresarios del sector confirman una baja de 50 % en las ventas de combustibles

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La estación de servicio El Trébol, en la carretera Panamericana, es una de las que mayores pérdidas reporta. Foto EDH / César Avilés

Por Juan José Morales nacional@eldiariodehoy.com

2013-12-10 12:00:00

Además del comercio y la industria, el sector distribuidor y comercializador de combustibles y de otros productos derivados del petróleo está experimentando diversos problemas relacionados con los cierres desde junio de varias vías de acceso y de circulación vehicular en el gran San Salvador.

En el caso de la Asociación de Distribuidores en Estaciones de Servicio (Adepetro), reporta pérdidas totales de $1.7 millones en 15 estaciones de servicio de la carretera Troncal del Norte, Panamericana (hacia Santa Tecla) y la alameda Juan Pablo II, las cuales reportan un bajo nivel de ventas -en últimas dos semanas- debido a que los accesos a las gasolineras son limitados y al poco flujo vehicular en la zona.

Salvador Durán, presidente de la gremial que agrupa a 95 empresarios de 168 estaciones de servicio, criticó el plan de ejecución de las obras relacionadas con el Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss) e indicó que con el gobierno no se logró coordinar un plan de trabajo para que las obras de ingeniería no afectaran a los sectores económicos.

“Nosotros como gasolineros incidimos de forma directa en la economía porque todo se mueve en base a los combustibles. Hay que modernizar la infraestructura vial del país, pero se necesita una mejor planificación para no complicar la difícil situación económica de vive el país”, subrayó.

Por ello Durán recalcó que el gobierno y las respectivas autoridades de Obras Públicas no decidieron en función de la importancia comercial de la época (Navidad y Año Nuevo) porque incluso sondeos y análisis realizados por Adepetro indican que la factura de combustibles por consumidor se ha disparado a un máximo de $30, pero que por las congestiones de tráfico las pérdidas por evaporación oscilan entre el 1 y 2 %.

“Como asociación queríamos recuperar el nivel de ventas del 5 % porque durante todo el año hemos tenido relativas pérdidas por volumen de combustible, a pesar de que hay estaciones de servicio que están fuera de la zona de trabajos donde se está vendiendo más combustible”, valoró Durán.

En este sentido el empresario detalló que tuvieron que modificar los horarios de trabajo del personal de pista e incluso adelantaron el periodo vacacional de muchos empleados para reducir los costos administrativos y de operación.

Un ejemplo representativo que describió Durán es el de la gasolinera El Trébol, anexa al paso a desnivel que conecta la carretera Panamericana con la ruta al Puerto La Libertad, en Santa Tecla. Acá el cierre es total y el único acceso es por una calle paralela que conecta la avenida Chiltiupán con la zona industrial Merliot.

“El tráfico vehicular por la Panamericana o la Troncal del Norte es estratégico y con los cierres totales el gobierno frena la actividad de varias cadenas de distribución y de valor relacionadas con el sector de los combustibles”, explicó.

Transporte complicado

Propietarios de buses, microbuses y otros medios de transporte colectivo también experimentan alzas de 30 % hasta 50 % en los costos operativos y de mantenimiento en sus unidades por los actuales trabajos en toda la capital.

Esto lo confirmó el representante de Acopatt, Juan Pablo Álvarez, una gremial que agrupa a la mayoría de rutas públicas de los municipios de Soyapango, Ilopango, Mejicanos, Apopa y Santa Tecla.

“La factura petrolera es la que mayor costo nos está generando por los cierres, ya que los recorridos de las unidades son más prolongados y tenemos que llevar a más pasajeros por viaje. Esto deprecia más la unidad y también genera aun gasto significativo en función de repuestos y otros”, detalló el representante.

En cifras, $75 mil adicionales deben erogar los empresarios de Acopatt para pagar el diésel de sus unidades, monto que según Álvarez tiene en una delicada situación financiera a los propietarios de los buses, microbuses y sus respectivas líneas.

“Estamos en peores condiciones en comparación con los meses antes de los cierres de calles. Incluso muchos de nuestros socios no tiene cómo pagar aguinaldos y sueldos porque solo cuadramos con las cuentas del día a día”, matizó Álvarez, quien además reportó que desde la semana pasada el tráfico en el desvío de San Bartolo y de Cárcel de Mujeres (en el bulevar del Ejército) también les complica.

Durán confirmó que son los buses y microbuses del transporte colectivo los que más combustible consumen desde hace más de tres meses y pidió al gobierno una mayor celeridad para concluir las obras o valorar mecanismos para impactar menos al sector, sobre todo en las fechas actuales.

“El mes de diciembre es el mejor de ventas. Es un tema económico y de estrategias para no afectar a todos los sectores de la economía en todas las zonas”, indicó.

La incertidumbre que en ambos delegados aún se mantiene es si esta situación será permanente, debido a que en la alameda Juan Pablo II el Sitramss ocupará el 50 % del espacio vial disponible, lo cual podría reducir (o saturar) la carga vehicular, generando un posterior problema para el comercio o los diferentes sectores relacionados.

El Sitramss ha sido criticado por diversos sectores debido a los problemas relacionados en la ejecución del megaproyecto, las molestias en la población y el costo actual para los transportistas.

Los comerciantes de la alameda Juan Pablo II incluso afirmaron que tuvieron que reducir personal para enfrentar la baja de ventas, según pudo constatar El Diario de Hoy en un recorrido por varios locales, que lucen desolados.

Se espera que las obras en la carretera Panamericana sean entregadas la próxima semana, mientras que el sistema de buses artículado estará listo a finales de febrero del próximo año, el mes de las elecciones.