Por ser considerado como uno de los empresarios más importantes del país, la opinión de Ricardo Poma tiene peso a la hora de hacer una revisión de los avances que ha tenido El Salvador y lo que aún falta.
Sus actuales compañías y aquellas en las que aún está pensando invertir son el termómetro con el que mide la temperatura económica del país y sus oportunidades.
Además, desde el centro de estudios económicos y jurídicos que fundó hace 20 años (Escuela Superior de Economía y Negocios, ESEN) también siente propiedad para exigir a los gobernantes un mejor futuro para los jóvenes que se están educando para formar un mejor país.
Sus respuestas son cortas en esta entrevista, pero su visión por transformar a esta nación es infinita. A las puertas de una elección presidencial, la educación es su mayor preocupación y por eso cree que este debe ser el principal objetivo del nuevo gobernante al que el pueblo salvadoreño elija en febrero de 2014.
¿Cómo ve actualmente el entorno económico del país y qué espera del resultado de las elecciones presidenciales que se desarrollarán en febrero 2014?
El panorama en estos últimos años ha sido bastante sombrío en cuanto a que no ha habido mucho crecimiento. Estamos esperando este año un crecimiento de menos de 1.5 % y el promedio de crecimiento en estos últimos cuatro años ha sido alrededor de esa cifra y con esa cifra no estamos avanzando ni estamos logrando la superación de la pobreza que es uno de los objetivos fundamentales de este país y de cualquier gobierno.
Además, la deuda ha crecido enormemente, el déficit fiscal ha crecido enormemente y sobre todo que no se ha generado un clima de confianza y hemos visto que El Salvador está a la zaga de la atracción de la Inversión Extranjera Directa. Tenemos en El Salvador la más baja de toda la región centroamericana.
En estos momentos sí hay ambiente de incertidumbre y de desaliento, de incertidumbre sobre lo que va a pasar en las próximas elecciones, pero ya veremos lo que deciden los salvadoreños.
Independientemente de cuál sea el resultado electoral, ¿qué espera usted que haga o desarrolle el nuevo presidente?
Yo espero que a través de este proceso lleguemos a fortalecer más la democracia, que se cimente más la institucionalidad, los pesos y contrapesos necesarios y que tengamos la seguridad jurídica, que tengamos un Estado de Derecho que funcione, un respeto total a las leyes y que tengamos un gobierno que sea más transparente.
¿En qué puntos cree usted que debería concentrarse el nuevo gobierno ?
Buenos, hay dos puntos que son los que más reclama los ciudadanos: Uno, es un mayor grado de seguridad, el tema de pandillas y maras, extorsiones… es un tema álgido y fundamental. Y el segundo gran punto que reclaman es empleo, reducción del costo de la vida, mejorar su calidad de vida y el bienestar de su familia y de las personas.
Yo en lo personal creo mucho que hay que fomentar la educación, convertir la educación en una política de Estado y eso va a hacer muy importante porque todos los países que realmente han logrado un alto nivel de crecimiento, lo hicieron apostándole al nivel de educación.
Si usted ve el caso de Finlandia, el caso de Singapur, muchísimos casos más, ellos lo hicieron a través de la educación que es lo que estamos apostándole nosotros a través de la ESEN.
Hace poco hicimos un estudio e invitamos a todos los candidatos presidenciales y les presentamos un estudio que se llama “generando oportunidades”, que tiene cinco pilares y doce ideas.
Es un estudio bastante a fondo que puede ser un insumo importante para cualquier próximo gobierno, para enfocarse o mirar muy de cerca en el tema de la educación, las carencias que existen estos momentos, los problemas de infraestructura, en la formación de maestros, que son básicas para mejorar el futuro del país.
Espero que tenga un impacto positivo en lo que se haga en este tema que creo que debe ser una política de Estado.
¿Cómo ve la educación en el país y la importancia que le dan los candidatos presidenciales?
El tema educación a veces no es muy atractivo para los políticos porque no se ve, como se puede ver un edificio, un hospital. Esta es una visión de largo plazo. Además se invierte y no da beneficios tangibles, pero son los que en el mediano y largo plazo, los que más ayudan a desarrollar el país.