¿Cuáles son los factores que hacen la Alianza del Pacífico, integrado por Chile, Colombia, México y Perú, un destino privilegiado para los negocios, el comercio, el turismo y las inversiones?
Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Perú, el gran el atractivo de este bloque económico reside en sus indicadores económicos: un PIB de 2.7 mil millones de dólares que representa 36% del PIB de Latinoamérica, la concentración del 50% del comercio de la región con el mundo (1.1 billones de dólares) y la atracción de casi 70 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa en 2012.
Con estas cifras, la Alianza del Pacífico se posiciona como la octava economía más grande del mundo.
En términos de tamaño de mercado, los 211.7 millones de personas con un PIB per cápita promedio de $ 14,528 (a paridad de poder de compra) significan un 35.8% del total de la región; es decir, se trata de la quinta región de mayor población en el mundo.
Una de las primeras medidas de la Alianza del Pacífico, creada en abril de 2011, fue el lanzamiento -un mes después- del Mercado Integrado de América Latina (MILA), que unifica los mercados bursátiles de Colombia, Chile y Perú, lo que asegura la capitalización de esta nueva coalición de países, permitiendo que sus recursos puedan fluir hacia donde sean más rentables. En julio de este año México decidió su incorporación y se espera que a finales de 2013 se inicie el proceso de integración.
Según expertos, MILA se convertirá en el primer mercado bursátil de Latinoamérica, ya que tiene el mayor número de empresas listadas y es el mercado con la mayor capitalización bursátil, superando incluso a Brasil.
Además, el IEDEP indicó que las exportaciones totales del bloque económico en 2012 ascendieron a $556.4 mil millones mientras que las importaciones a $569.2 mil millones. Los países miembros de la AP cuentan con oportunidades de exportación en distintas actividades productivas. Asimismo, la distribución geográfica de los países permite una disponibilidad de productos agrícolas, agroindustriales y pesqueros durante todo el año.
Como parte del comercio Se han identificado posibilidades también en productos manufacturados (textiles, envases y embalajes, suministros para la generación, distribución y comercialización de energía eléctrica, cosméticos, artículos de aseo, electrodomésticos, cuero, joyas), así como en servicios (ingeniería, turismo de salud, software, aplicaciones móviles y audiovisuales).
Como se ha dicho antes, la IED captada por la región es de $ 70 mil millones. Sin embargo, el potencial es mucho mayor pues la región dispone de importantes proyectos de infraestructura por desarrollar y que representan inmejorables oportunidades de inversión para el resto del mundo.
Tras inversionistas
Uno de los principales objetivos de la AP es convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial y de proyección al mundo, con especial énfasis en Asia-Pacífico, lo cual incluye la apertura de una oficina consular conjunta en Shanghai, RPCh.
La apuesta formal es la eliminación de aranceles que permitan la libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas hacia los mercados de Asia Pacífico.
Compo parte de esa estrategia, la AP se presentó -a principios de noviembre pasado- en Alemania como “un mecanismo económico que llegó para quedarse”, en palabras de la canciller de Colombia, María Ángela Holguín Cuéllar, sin rivalizar con Mercosur ni dar la espalda a Europa en favor de Asia.
“No somos un mecanismo de concertación política, sino económica; y no somos excluyentes, sino integradores, como lo muestran los 25 países, como Alemania y España, pero también China y EE. UU., que tenemos como observadores”, indicó la titular de Exteriores de Colombia, país que detenta la presidencia temporal de la Alianza.
El grupo busca del inversor europeo, y especialmente del de Alemania, el “aporte tecnológico que precisa”, añadió Holguín en un aparte de la Jornada de América Latina que se celebra en Hamburgo.
“El interés de los europeos, y el nuestro, es seguir integrando mercados”, apuntó Guajardo, según el cual la función de la Alianza como “puerta hacia el mercado asiático” para la región no debe percibirse como una “afrenta a la UE”, dijo en esa ocasión el ministro de Economía de México, Ildefonso Guajardo.
Los cuatro países miembros tienen suscritos, cada uno por su parte, tratados de libre comercio con EE. UU. y con la UE. “Este es uno de nuestros puntales, los acuerdos fundamentados en razones de pragmatismo comercial”, añadió el ministro mexicano.
En total, los cuatro países de la Alianza tienen una serie de tratados que van de los más de 60 de Chile a los 46 de Colombia.