“Finanzas públicas ya no son sostenibles,como se han administrado”

El Salvador ha registrado las tasas de crecimiento más bajas de Centroamérica durante la última década. Esta aridez económica se ha visto reflejada en unas débiles finanzas estatales.

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Finanzas públicas ya no son sostenibles,como se han administrado

Por Texto: Guadalupe Hernández

2013-11-17 8:00:00

l Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), sostiene que El Salvador necesita una política fiscal sostenible que apoye el crecimiento, fomente la equidad y se adapte a condiciones cambiantes del entorno internacional. Además requiere de reformas en ingresos, gastos y transparencia. Ricardo Castaneda, economista salvadoreño del ICEFI conversó con El Diario de Hoy sobre el tema.

¿Cuál ha sido el desempeño fiscal de El Salvador a lo largo de 2013?

El desempeño fiscal no ha sido el esperado. De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Hacienda, a septiembre del presente año los ingresos recaudados fueron de $ 3,147.5 millones, es decir 4% menos a lo presupuestado; los rubros donde la caída ha sido mayor son el IVA importaciones y los impuestos selectivos al consumo; lo que puede ser explicado en buena medida, por el escenario macroeconómico relativamente optimista que sirvió de base de cálculo para proyectar los ingresos. Por el lado del gasto. el Presupuesto General del Estado modificado -a agosto- asciende a $4,759.3 millones, presentando un incremento de $254 millones, es decir un aumento del 5.64%; esto, a la par de la menor recaudación está acrecentando el déficit.

¿Cómo se esperaría cerrar este año (ingresos, gastos, déficit)?

A finales de 2013, según las estimaciones del ICEFI, se espera que las finanzas públicas mantengan la misma tendencia que el año pasado, con un gasto que crecerá a un ritmo del 8% frente a ingresos que se incrementarán en poco más del 5%. Por ello, el déficit fiscal se mantendrá en torno al 4.0% del PIB. La deuda se habrá incrementado a cerca del 58% del PIB, acercándose a un panorama poco alentador de insostenibilidad.

Además, la situación fiscal también habrá adquirido otras características de insostenibilidad. La constante falta de liquidez, la necesidad de atrasar los pagos de adquisiciones de bienes y servicios y, recientemente, el incumplimiento de una fecha en el servicio de la deuda de Fondo Nacional de Vivienda Popular (Fonavipo), que incluso produjeron la degradación de dicha institución a la última categoría de calificación de riesgo: “cesación de pagos”.

¿Cuál es la expectativa fiscal para 2014, tomando en cuenta el bajo crecimiento económico del país?

La situación es compleja y se vislumbra particularmente que 2014, año de transición política, será de suyo complicado en el desempeño fiscal del Gobierno. Se estima que en 2014 los ingresos tributarios tendrán un menor dinamismo. Esta ralentización se manifiesta en la variación de la carga tributaria que, en un escenario positivo, registraría un pequeño aumento de tan solo 0.1% del PIB, es decir una carga tributaria bruta del 16% del PIB. Lo que podría provocar adopción de medidas de contención del gasto en algunos rubros importantes, cabe destacar que la carga financiera por servicio de la deuda pública se hará cada vez más pesada.

¿Cómo está la sostenibilidad fiscal?

La conclusión general para la situación de las finanzas públicas de El Salvador es sencilla: el comportamiento reciente, y proyectado, indica que las finanzas públicas ya no son sostenibles de la manera como se han venido administrando, por lo que es urgente que se tomen decisiones estratégicas para corregir el rumbo y no caer en una crisis severa en el corto-mediano plazo. El proceso político actual debe constituirse en un espacio para el debate social sobre las decisiones que el Estado salvadoreño debe adoptar para lograr unas finanzas públicas sanas y sostenibles que actúen a favor del crecimiento económico y la consolidación democrática. En todo caso, las decisiones que se deben tomar en esta materia, deben implicar una análisis concienzudo y la puesta de acuerdo sobre el manejo de espacios fiscales (oportunidades para ampliar los ingresos, evaluar los gastos y mejorar su orientación), que permitan enfrentar los desafíos sociales y económicos de El Salvador.