La educación, un reto para crecer y mejorar competitividad del país

El futuro presidente de El Salvador tendrá entre sus retos mejorar el índice de competitividad, y por ende, la educación.

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Salvadoreños exitosos compartieron ayer sus experiencias durante el foro "El Salvador sí puede competir" organizado por la Iniciativa para la Competitividad e Incae. foto edh / cortesia

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2013-11-12 8:00:00

En los últimos 10 años, El Salvador descendió del puesto 43 al 97 en el ranking de Competitividad del Foro Económico Mundial (Global World Economic Forum, WEF).

El continuo deterioro de la capacidad de competir de nuestro país es producto de los bajos niveles de crecimiento económico, inversiones y generación de empleo, según la visión de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

En el descenso de la competitividad inciden otros factores, pero uno de los principales son los bajos niveles de educación.

Según Lawrence Pratt, director del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (Clads), el principal centro de investigación de Incae Business School, el país sigue enfrentando los mismos retos que tenía hace una década, entre estos la calidad de educación, pero lamentablemente las acciones para superarlos no han sido suficientes para avanzar en competitividad.

Pratt reconoce que el país superó atrasos en la educación primaria, pero ahora se necesita hacer lo mismo en la secundaria. Para llegar a esa meta todos, sector privado, público y academia, deben remar en la misma dirección.

El rector y el profesor del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), Arturo Condo, sostiene que en esta tarea es importante la organización de todos los actores, pues el talento existe, tal como se ha demostrado en muchas competencias internacionales.

El Incae, que junto a la Iniciativa para la Competitividad, organizó el foro El Salvador sí puede competir, presentó ayer cuatro ejemplos de salvadoreños talentosos que han destacado a nivel internacional (ver recuadro), como prueba de que el país sí puede destacar en el mundo.

Johanna Hill, coordinadora de la Iniciativa para la Competitividad, dijo que al igual que han hecho otros países, El Salvador necesita impulsar una Estrategia Nacional de Competitividad, con objetivos y metas concretas y medibles, en términos de crecimiento económico, basado en productividad, exportaciones, inversión y creación de empleos formales. Entre las metas citadas por Hill, para mejorar la posición de este indicador en el próximo quinquenio, se mencionaron que el país crezca a un ritmo del 5 % anual, las exportaciones superen el 9 %, la inversión pública y privada supere el 20 % del Producto Interno Bruto (PIB) y escalar al puesto 75 en el ranking de competitividad.