Un estudio que se basa en la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de la Dirección General de Estadística y Censos (Digestyc), realizada a nivel nacional, revela que las cifras de desempleo entre los jóvenes son altas y obedecen a causas como la falta de conocimientos y poca oferta laboral.
Entre jóvenes de 20 a 24 años existe un 12 % de desempleo, cifra que duplica el 6.1 % que representa el desempleo a nivel general en el país.
Además, hay un 25 % entre jóvenes de 19 y 29 años que “ni estudian ni trabajan”, y que tampoco están en búsqueda de una oportunidad laboral. En su mayoría son mujeres que se están dedicando al quehacer doméstico.
El rango más alto está entre jóvenes de 20 y 24 años, en el que la cifra alcanza el 31 % que “ni estudia ni trabaja”.
“No significa que sean delincuentes, pero no están acumulando conocimiento, ni insertos en el ámbito laboral y tampoco están buscando trabajo”, dice Gerson Martínez, coordinador nacional de proyectos de empleo juvenil de la OIT en El Salvador.
El informe señala que hay dos causas principales por las que los jóvenes no están buscando un empleo: porque se dedican a los quehaceres del hogar, sobre todo las mujeres; y porque están desalentados, buscaron y no encontraron oportunidad.
A nivel institucional existen organismos especializados que ven el tema de juventud y que se sustentan en la Ley Nacional de Juventud y la Ley de Primer Empleo, “son pasos importantes”, afirma Martínez, pero el principal vacío es que no existe una política nacional de empleo o de empleo juvenil que articule los esfuerzos públicos y privados que se están haciendo para que los jóvenes encuentren trabajo.
Además recomienda que debería existir concordancia entre lo que está demandando el mercado y lo que el sistema educativo está formando.
“Se deben buscar los mecanismos para que el sistema educativo tenga la información de lo que busca el mercado de trabajo, que permita dar una oferta educativa para que las personas encuentren una oportunidad”, dice Martínez.
Brecha del conocimiento
En promedio son 100 mil los jóvenes que ni estudian ni trabajan, muchos de ellos ni siquiera han terminado el bachillerato y radicados en el sector rural, donde no existen ofertas cercanas de empleo.
“Por un lado está la baja oferta y el bajo crecimiento del país, pero también la falta de preparación de los jóvenes para que puedan integrase al mercado laboral”, dice Rodrigo Bustos, director Plan Internacional en El Salvador.
Señala que el sector privado requiere de mano de obra, pero no encuentra personal que le sirva para sus propósitos, situaciones que impactan de forma directa en que cerca de 100 mil jóvenes no encuentren su primer oportunidad laboral.
El informe señala las iniciativas que existen hasta el momento, pero dice además que no alcanza a dar la cobertura que se necesita.
“Hay varias iniciativas como la Ley del Primer Empleo, otros programas gubernamentales y esfuerzos público privados, pero no llegan a cubrir la demanda total de empleo que se necesita y no se comunican entre sí, hay necesidad de coordinar entre estos”, señala Bustos.
Afirma que como Plan Internacional, están trabajando en un programa de empleabilidad juvenil y el costo unitario estimado es de $800 por joven al año.