BCR confirma que crecimiento para 2013 apunta al 1.9 %

El país no logra mejorar sus indicadores de inversión, desarrollo y la calificación soberana

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El país necesita mayores inversiones para ser más competitivo en el mercado. FOTO EDH / ARCHIVO

Por Juan José Morales Twitter: @juanjomz

2013-10-23 9:00:00

Los problemas fiscales que afectan al gobierno, el endeudamiento público y el lento flujo de inversión extranjera directa (IED) son las principales variables que el Banco Central del Reserva (BCR) considera determinantes para que El Salvador no logre superar el 1.9 % de crecimiento en relación al Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

Aunque advierte que la estimación oficial de cierre de año se anunciará en los próximos días, la presidenta del dicha institución, Marta Évelyn de Rivera, indicó que el próximo gobierno deberá hacer ajustes en su política fiscal para comenzar a saldar los compromisos financieros del país con la banca mulilateral, los cuales ya ascienden a $13,000 millones y pueden crear un escenario de insostenibilidad.

“Con la última emisión de Eurobonos la deuda no ha logrado bajar lo suficiente . Y en este escenario la próxima administración pública deberá gestionar y firmar varios préstamos para darle luz verde a muchos proyectos porque incluso el próximo año hay pocos desembolsos de la banca al país”, afirmó la funcionaria.

En este sentido el círculo de bajo crecimiento se relaciona con el poco nivel de atracción de capitales foráneos que diversifiquen el tejido productivo nacional. Ante esto la titular del BCR señaló que los proyectos como Fomilenio II –aún sin definirse en EE. UU.–, la modernización del aeropuerto y la concesión del Puerto de La Unión, más las inversiones energéticas, son los únicos detonantes que pueden cambiar el panorama.

“Para el próximo año lo que podría elevar el actual estimado de crecimiento son las obras de logística e infraestructura que el gobierno tiene pendientes y otros proyectos de carácter privado”, valoró.

Solo en cuanto a la IED, los más recientes datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) confirman que en 2012 El Salvador tuvo la más baja cifra en Centroamérica y fue de los últimos cinco países de toda Latinoamérica.

El año pasado apenas recibió $516 millones mientras que el resto de países recibieron entre $700 y $1,000, e incluso cantidades superiores como el caso de Panamá, que registró un flujo de más de $3,000 millones. Para el presente curso, en relación con el último semestre, El Salvador solo captó $170 millones, confirmó el BCR.

Con ese panorama, tampoco se puede minimizar los efectos del cierre y la apertura del Gobierno de Estados Unidos, junto con el nuevo techo de deuda para evitar el ‘default’ de esta economía arraigada al país, sobre todo por los precios de diversas mercancías y las remesas (3,900 mills. en 2012).

En este punto de Rivera indicó que los problemas se percibirán en el país en las próximas semanas, o incluso meses, aunque Estados Unidos logró saldar varios de sus compromisos financieros antes de que le generara millonarios intereses que podían desencadenar un problema en las tasas de los bonos del tesoro.

“Se han presentando cambios en la tasa de crecimiento de EE. UU. a raíz de sus problemas Federales que sin duda conlleva una reducción que impacta en la tasa del país. Casi siempre lo que les pasa a ellos nos termina afectando a los seis meses”, subrayó.

Otro elemento que el BCR subraya como fundamental para analizar el desempeño es la irregularidad en los precios de los ‘commodities’, a pesar de que el precio del petróleo no ha experimentado variaciones radicales ($96.86 el barril de Texas), en contraste con el café que descendió de $300 a $115 el precio por quintal, afectando a los caficultores nacionales.

“Los precios y las exportaciones de azúcar han compensado esta irregularidad aunque el crecimiento hubiera sido mejor si esta volatilidad no se hubiera presentado”, reflexionó de Rivera.

Sin definir calificación

Aunque las condiciones en relación a una revisión en la perspectiva y en la calificación soberana del país no son las más optimistas, la titular del BCR considera que el otro año el país puede recuperar este indicador, el cual actualmente es BB-, según Fitch Ratings.

“A veces soy muy optimista pero con -la ley de- Asocio Público-Privado, Fomilenio II y los otros programas la puerta del crecimiento está abierta”, reconoció de Rivera, quien incluso agregó que la parte fiscal se soluciona con llegar a cifras del 2.5% de crecimiento.

Pero la misma Fitch explicó en el BCR a mediados de septiembre que para finales de 2013 el crecimiento real no sobrepasará el 1%, condicionado por la poca inversión local, que no supera el 14% del Producto Interno Bruto (PIB) y la fuerte la carga fiscal que está por encima de la mediana de 39% de los países calificados en BB+.

Algunos de los puntos que se resaltaron fueron las debilidades estructurales, como la baja competitividad del sector transable, las bajas tasas de inversión, la debilidad del capital humano y las altas tasas de criminalidad.

En otro tema el BCR indicó que las remesas crecieron 1.5 % a septiembre ($2,931.7 millones), pero no será suficiente para lograr cerrar el año con 3.5 % porque el monto que envían los salvadoreños en Estados Unidos en cada transacción ha disminuido en comparación con el mismo período de 2012.

Dicha cantidad es el 17 % del PIB y permite sostener una buena parte de la economía de consumo y servicios del país, algo que genera debate entre quienes creen es un problema a largo plazo porque conlleva un estancamiento en la producción y quienes creen lo contrario, que mueve la producción en la medida que las personas compran.