BID: De 10 trabajadores seis no ahorran para su retiro laboral

Estudio de organismo detalla que hay 130 millones de trabajadores latinoamericanos en la informalidad

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Las empresas se asocian a las redes. Foto EDH /

Por Alexander Torres negocios@eldiariodehoy.com

2013-10-17 8:00:00

En la actualidad solo cuatro de cada 10 latinoamericanos cotiza a un sistema de pensiones. En otras palabras, seis de cada 10 trabajadores no están ahorrando en absoluto para el momento de retirarse de la vida laboral.

Los datos se desprenden del estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Mejores pensiones, mejores trabajos: Hacia la cobertura universal en América Latina y el Caribe” difundido esta semana en Washington, el cual plantea otra realidad alarmante para los países: “La mayoría de los sistemas de pensiones de América Latina y el Caribe no está cumpliendo con sus funciones”.

Según el documento del BID, esos porcentajes se traducen en que hay 130 millones de trabajadores latinoamericanos que no cotizan —están en el sector informal— y por lo tanto serán carga para los futuros gobiernos y empleados.

Al ritmo de crecimiento de la población, hacia 2050, habrá 140 millones de adultos que habrán alcanzado la edad de jubilación. Y en ausencia de reformas, entre 47 por ciento y 60 por ciento de estos ciudadanos no habrán ahorrado lo necesario para recibir una pensión adecuada.

En el caso de El Salvador, solo 29.5 por ciento de trabajadores cotizan a algún sistema de pensiones lo que está lejos del promedio para Latinoamérica registrado por el BID que es de 44.7 % (ver gráfico).

En Centroamérica, el país con el porcentaje más alto de cotización es Costa Rica con 70.9 % y Panamá con 52.9 % y en el extremo de los que menos, está Guatemala y Honduras con 18.4 % y 18.6 %, respectivamente.

Según el organismo financiero “la falta de ahorro para la vejez tendrá graves repercusiones sociales, fiscales, políticas y económicas”, ante lo cual propone que se reformen seriamente los sistemas hasta volverlos más eficientes.

En el país, actualmente la Asamblea Legislativa discute reformas para el sistema de pensiones, en tanto las administradoras de fondos de pensiones, han insistido que debe ampliarse el portafolio de inversiones.

La ley salvadoreña permite que las AFP inviertan en Certificados de Inversión Previsional, que le pagan tasa de interés promedio de 1.3 %. Esto ha sido cuestionado por cotizantes, quienes han trasladado el reclamo a instancias de la Corte Suprema de Justicia, por considerar que se afecta a los cotizantes por la baja rentabilidad que se genera.

Las propuestas

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, ha resaltado que fomentar el trabajo formal es clave para garantizar un sistema sostenible de pensiones. “Creemos que una reforma de pensiones que impulse la creación de empleo formal no sólo tendría impacto sobre la productividad, sino que también fomentaría la inversión en infraestructuras y en el capital humano de la región”, dice en un comunicado.

Carmen Pagés-Serra, coautora del estudio y jefa de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, dice que “las reformas deben establecer, por una parte, una pensión digna para todos, y por otra, apostar por un crecimiento del empleo formal, por ejemplo, a través de subsidios a los aportes que realicen los trabajadores. De forma complementaria se requieren avances en fiscalización, información y educación financiera”.

Al respecto plantean que la informalidad se concentra en los trabajadores no asalariados, asalariados de pequeñas empresa y trabajadores de menor ingreso. Este fenómeno, dice el banco, alcanza a las emergentes clases medias.

Otro de los puntos que abordan en la investigación es sobre el tipo de pensiones que reciben las personas jubiladas. Para el caso advierte que quienes tienen pensión en Latinoamérica, en la mayoría de los casos reciben el equivalente a menos de 10 dólares diarios. En El Salvador la pensión mínima es de $207.

El reto que plantea el organismo es que demográficamente “la región todavía es joven, lo que facilita la aprobación política de las reformas y disminuye su costo”. Insta a encarar el problema ahora.