Existen múltiples riesgos para emprender. Los principales son tanto internos como externos, los primeros son los más fáciles de manejar: existe el riesgo de no conocer el mercado ni en tamaño ni en dimensión, además de no contar con la certeza de los clientes potenciales.
Ese es uno de los riesgos más grandes porque muchas veces los emprendedores no saben qué esta vendiendo, por qué lo están haciendo y si el producto responde a las necesidades del cliente. “Si nuestro producto no responde a las necesidades no lo vamos a vender ni si sobredimensionamos el mercado”, señaló Luis Sansivirini, ponente del XVI Congreso Internacional Emprendedor-ESEN, organizado por la Escuela Superior de Economía y Negocios.
Otro obstáculo es la mala organización. “Organizarse es clave, de lo contrario uno no va a avanzar, la compañía va a patinar y no se va a llegar a nada”, comentó Sansivirini.
Lo primero es tener una cultura de crear planes de trabajo donde se identifiquen las tareas que se van a realizar, quién es el responsable y el plazo para ejecutarlas.
Hay que cumplirlas bien porque si se ejecuta mal tampoco tendremos resultados.
El tercer punto es que a veces no se entiende el manejo del flujo de efectivo, de ahí que se deben tomar en cuenta todos los aspectos que tienen que ver con el dinero.
Hay que tener claro el pago de proveedores y al mismo tiempo cobrar las cuentas de los clientes porque de lo contrario no se tendrá el efectivo para pagar todos los servicios y no se contará con el capital necesario para producir. “La mayoría de las compañías que quiebran no lo hacen porque no sean rentables, muy seguido sucede que es porque tienen problemas de liquidez”.
En ese sentido, el ponente recomendó controlar el flujo de efectivo constantemente y hacer proyecciones de las necesidades para poder solventarlas.
Otra de las limitantes a las que se enfrentan los emprendedores es la falta de capital para el crecimiento, acá se necesita abrir la cartera de contactos, conseguir maquinaria, etc., para esto es clave tener un plan de inversión en el que quede claro qué se necesita, cuánto cuesta y tener escenarios de operación.
Amenazas externas
Estas muchas veces están fuera del control del emprendedor, por ejemplo son momentos de coyuntura en los que intervienen fenómenos políticos, fiscales, legales, crisis económicas o catástrofes.
Ante esto se debe entender la implicación que puede representar para el negocio y tener un plan de acción que permita hacerle frente a las consecuencias.
Otra amenaza es la entrada de más competidores, para esta se debe estar al tanto de lo qué está pasando en el mercado. “Ante la competencias se debe tratar de ir adelante innovando, para que el mercado crezca y exista más para todos”, concluyó.