Bajo crecimiento y deuda complican la situación fiscal

Todos los ingenios producen su propia energía y tres venden excedentes a la red nacionalb Economistas sostienen que la política económica del país debe de cambiar hacia un enfoque sostenible

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Puerto Quetzal, en Guatemala, es uno de los principales centros logísticos del Istmo, incluso para el país. foto edh / archivo

Por Juan José Morales negocios@eldiariodehoy.com

2013-08-14 10:00:00

Un futuro escenario de insostenibilidad fiscal debido al bajo crecimiento económico, el elevado endeudamiento y a la poca inversión extranjera directa prevé el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) para El Salvador, según su último informe de coyuntura titulado “Sostenibilidad de la deuda en Centroamérica”.

El documento revela que la deuda local con respecto al PIB cerró en 2012 en el 60.8 %, mayor al promedio de América Latina que fue del 38 %.

Ante esa circunstancia, economistas salvadoreños reconocen que el país está pagando un 17 % de intereses ante la banca y otros organismos multilaterales, costo que suma al crecimiento de la deuda total de $14,546.9 millones, según cifras del Banco Central de Reserva (BCR), a junio del presente año.

Otra de las razones que el Icefi destaca es que el gobierno no cumplió el pacto de sostenibilidad fiscal, que pretendía reducir el déficit al 2.7 %. Este año se estima que cerrará al 4 % o más, por lo que las finanzas públicas aún reflejan deterioro.

Por otro lado, el Icefi destaca el aumento en la inversión extranjera directa de países como Panamá, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala, y subraya como en El Salvador hay una política de atracción de inversiones contraproducente para el crecimiento económico en el mediano plazo, porque se basa en privilegios fiscales y no en un promoción clara del mercado.

En este sentido, analistas como Claudio de Rosa refuerzan la idea que el gobierno apostó al crecimiento con endeudamiento, a pesar de que, en comparación con el ejercicio 2008, aumentó en un 19 % la recaudación a través de diferentes impuestos, sobre todo por las dos reformas tributarias impulsadas por el Ejecutivo.”Lo mejor es racionalizar y hacer efectivo el gasto público. Pero acá, por cada $1 de impuestos, $0.65 se destinan a financiar salarios. Esto es preocupante y determinante”, subrayó.

El economista Rigoberto Monge va mas allá y sostiene que tanto las reformas (que permitieron incrementar el Impuesto sobre la Renta del 25 al 30 %) como el mayor endeudamiento externo le permitieron al ejecutivo “blindar” presupuestariamente el gasto social sin tener una política clara en temas como los subsidios.

“La deuda debe de ir acorde con una estrategia de desarrollo integral, en infraestructura, en atracción de inversiones y no en gasto corriente porque genera un desequilibrio a largo plazo”, detalló Monge.

El Icefi advierte que tanto en El Salvador e incluso en la región los problemas se acentuarán en un plazo máximo de tres años si no se llevan a cabo las políticas para contrarrestarlas por parte de los gobiernos centrales.

Ricardo Barrientos, analista del Icefi, aseguró en la presentación de la investigación que hay por los menos seis indicadores macroeconómicos que “alertan” sobre ese desempeño y que eventualmente podría generar crisis por impago de la deuda, agravado por el hecho de que el país perdió el Acuerdo Precautorio suscrito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el incumplimiento de las metas fiscales. “Factores que podrían hacer insostenible la deuda pública son los problemas de un menor crecimiento económico, un elevado costo financiero o el pago por la tasa de interés efectiva sobre la deuda pública”, afirmó.

Según el estudio, la postura fiscal de la mayoría de los países del Istmo ha sido expansiva, es decir que se ha caracterizado por un gasto público que supera los ingresos fiscales.

De Rosa incluso consideró que es tan grave la situación fiscal que tanto el actual como el próximo gobierno “sentirán la tentación” de más reformas fiscales o aumento y creación de tributos. “Antes de pensar en esa posibilidad lo mejor es una reducción de $500 millones del déficit fiscal. Pero es complicado cuando este gobierno contrató a casi 21,000 nuevos empleados públicos o no se enfoca en la austeridad”, valoró.

Icefi insiste que entre 2014 y 2018 la deuda “podría ser insostenible” por la dependencia de los flujos inflacionarios y el lento crecimiento, circunstancias a las que los economistas consultados agregan el consumo, estimulado por las remesas, que ascendieron a casi $2,000 millones, según las estadísticas del BCR.

Cuestión de retos

Elevar la tasa de crecimiento y colocar las finanzas en una ruta de sostenibilidad son, a juicio del Icefi, los desafíos inmediatos en los que las fuerzas políticas, sociales y empresariales juegan un papel clave. “Los esfuerzos de contención del gasto corriente y, particularmente de la focalización del gasto en subsidios se han quedado cortos más el déficit de inversión privada desde hace dos décadas”, puntualizó el estudio de Icefi.

De Rosa y Monge recuerdan que es vital elevar la calificación soberana, mejorar la competitividad e impulsar las exportaciones y la balanza comercial.