El Ingenio Chaparrastique está invirtiendo $70 millones en una nueva planta de generación de energía a través del bagazo de la caña.
La nueva maquinaria tendrá una capacidad instalada de 62.2 megavatios (MW) y podrá inyectar un aproximado de 35 MW a la red nacional, según confirmó Dany Reyes, gerente de energía de la Compañía Azucarera Salvadoreña, CASSA.
Actualmente el ingenio cuenta con otra planta que ya genera 16 MW, de los cuales 11 los utiliza para autoconsumo y cinco los inyecta a la red nacional.
Sin embargo, la eficiencia que el ingenio ha logrado en toda su cadena productiva, les animó a generar más energía limpia.
Reyes estima que la nueva planta empezará a funcionar a finales de la próxima zafra, que inicia en noviembre y que terminará entre marzo y abril de 2014, y operaría a tiempo completo en la zafra 2014-2015.
La generación de energía solo se mantendrá mientras dure la zafra, aunque Reyes dice que el excedente de bagazo que han tenido les ha permitido producir hasta un mes y medio más después de terminada la recolección de caña.
La energía que producirá la planta será generada con la misma cantidad de caña que muelan y que representa un aproximado de 6,200 toneladas cada día. “Esto es producto de la eficiencia”, dijo Reyes.
Según sus cálculos, del 28 al 30 % de la caña que se muele se convierte en bagazo, y luego va a las calderas para que genere vapor y luego se convierta en energía.
“Se utiliza todo lo que se puede”, mencionó. Junto al bagazo también se aprovecha “la bajera”, o las hojas que quedan en el suelo una vez cortada la caña.
Cuando la nueva planta de energía esté en funcionamiento, la otra que utilizan actualmente quedará de reserva, explicó el gerente de la Compañía Azucarera.
Paralelo a esta expansión, CASSA también está analizando las condiciones para invertir en el ingenio Central Izalco, donde actualmente genera 45 MW de energía.
Diversificar la matriz
Reyes dijo que este tipo de proyectos va en sintonía con los esfuerzos que está haciendo el país para diversificar su matriz energética y con ello, reducir el precio al consumidor.
Según las estadísticas del Consejo Nacional de Energía, el 40.4 % de la energía que se produce en el país es a base de bunker, un producto derivado del petróleo dañino para el medio ambiente y no renovable. Otro 31.5 % de la energía es producida en el país a través de las presas hidroeléctricas, pero aunque la fuente es renovable, se necesita mucha inversión para desarrollarla.
El 23 % de la energía total se produce a través del vapor de la tierra o geotermia, adonde también se busca una mayor inversión.
Pero en este gran pastel apenas el 3.8 % de la energía es generada a través de biomasa o materia orgánica.
Con este proyecto, Reyes espera que la inyección de energía a través de biomasa pueda crecer entre 4.9 % o 5 % en los próximos años.
CASSA está motivada con el proyecto, sobre todo porque será de gran ayuda para la zona oriental, donde no hay plantas de generación de energía que les garantice un abastecimiento de calidad en el área.
No solo será un beneficio para los que consumen esa energía, sino también para quienes trabajan en el ingenio.
El ejecutivo aseguró que para instalar la maquinaria y operarla se necesitará más personal y capacitación. “Esto implica el desarrollo de las habilidades de nuestros colaboradores, así como la formación de una fuerza laboral con mejores destrezas técnicas”, manifestó el gerente.
La contribución al medioambiente es parte de los beneficios de esta fuente de energía.
De hecho, la semana pasada el Ministerio de Medio Ambiente les aprobó el proyecto de generación a través de un permiso de operación.
Claudia Figueroa, del área de medio ambiente y gestión de calidad de CASSA dijo que con este proyecto se adherirán a la normativa de la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial, relativas a la sostenibilidad ambiental.