SAN MIGUEL. Con serias dudas entró en vigencia ayer la nueva modalidad con la que el Ministerio de Economía pagará el subsidio de gas licuado y, aunque también estaba previsto el inicio de las verificaciones en los centros de distribución, al medio día todavía los empleados de esa cartera de Estado capacitaban a los inspectores.
La incertidumbre entre los vendedores del producto es grande. Gloria Gutiérrez tiene un pequeño centro de distribución de gas en la colonia Chaparrastique y aún desconoce qué es lo que debe hacer para vender un cilindro de gas con subsidio.
En su caso, su hija es quien se registró bajo esta nueva modalidad, pero ella no pasa en el establecimiento, por lo que Gutiérrez espera que quienes lleguen a comprar gas subsidiado lo hagan cuando su hija esté presente, que solo es durante un par de horas, por la tarde.
Arturo Aguilar, otro vendedor de gas, tiene claro el mecanismo y ayer vendió un cilindro de gas subsidiado. “Hice el procedimiento que me enseñaron y el señor sí tenía el subsidio, así es que lo despaché rápido”, dijo.
Sin embargo, se topó con que dos clientes que llegaron a su establecimiento tuvieron problemas y no los pudo despachar. En el primer caso el sistema le informó que ese subsidio ya había sido cobrado, y en el segundo le comunicó que el cliente no tenía derecho a subsidio. Me parece que con esto van a recortar el subsidio a mucha gente, apuntó el vendedor.
Tiendas temen impagos
A Reina Isabel Cruz aún no le ha sido asignado su número de vendedor, y menos ha recibido el teléfono celular que deberá usar para tramitar el pago del subsidio, lo peor es que teme que esta modalidad la lleve a la quiebra.
Ella tiene una pequeña tienda en la colonia Ciudad Real y como ha escuchado que, bajo la modalidad anterior, el gobierno retrasaba los pagos del subsidio a la banca facultada para pagarlo ahora teme que esos retrasos continúen, porque significaría su quiebra.
Para vender un cilindro de gas ella debe comprarlo entre $9 y $10 y su ganancia es de 60 ó 75 centavos, dependiendo de la fluctuación del precio en el mercado.
Pero si le retardan los pagos no podrá llenar los cilindros vacíos, sino hasta que el gobierno le pague y eso la pondría en aprietos. “Realmente aún estoy pensando si me inscribo o no”, dijo.
El Diario de Hoy conversó con otros propietarios de pequeñas tiendas quienes dijeron sentir sospechas sobre el nuevo método del subsidio. Pero la mayoría prefirió no opinar sino hasta dentro de un mes, cuando hayan registrado pérdidas o ganancias.
Arturo Aguilar tiene un planteamiento claro sobre los temores de los propietarios de tiendas: “Yo tengo un pequeño depósito de gas y puedo negociar hasta un dólar de ganancia por cada cilindro, y a eso le sumo los 25 centavos que me pagará el gobierno por despachar gas subsidiado”.
Sin embargo, explica que los propietarios de tiendas tienen una ganancia menor, porque compran menos cilindros de gas. “A ellos les dan a ganar como 50 ó 75 centavos y si a eso le suma que ahora las mismas distribuidoras están poniendo puntos de venta y que venden a domicilio, las tiendas se están quedando cada vez con menos clientes”, argumentó Aguilar.
Ante tantas dudas se buscó al jefe en San Miguel del Ministerio de Economía, que solo se identificó como licenciado Castillo, quien argumentó no estar autorizado para dar declaraciones al respecto.