El 80 % de empresas son buenas, pero no son extraordinarias

Empresa de mantenimiento de aviones asegura que Ley de Servicios internacionales la exime del pago Según ponente colombiana Paola Sánchez, respaldada en el libro "Líder Extraordinario". Al cierre del VII Congreso de Recursos Humanos, conferencista dejaron el mensaje que las empresas deben ser mejores

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Paola Sánchez, ponente colombiana. Foto EDH/ douglas urquilla

Por Amanda Rodas negocios@eldiariodehoy.com

2013-07-04 9:00:00

“Empresas deben pasar de ser buenas a extraordinarias”, fue el mensaje general de cierre que se llevaron decenas de jefes, directivos y empleados de diferentes empresas del país que asistieron al VII Congreso de Recursos Humanos organizado por la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (Fepade) y Stratega.

Ayer, último día del congreso, dos ponentes colombianos durante su intervención, resaltaban la palabra extraordinario como el reto que deben asumir las empresas salvadoreñas, de cara a futuro, para conseguir resultados más sobresalientes.

Óscar Medina y Paola Sánchez, conferencistas, sostenían que la minoría de empresas en América Latina son extraordinarias y que la mayor parte se han acomodado a ser sólo buenas.

“Extraordinario se mira de dos ópticas, la primera cuando uno hace extras en el día a día, que se consigue al tener objetivos claros. Desde la otra óptica, y que algunos escritores lo señalan, es que para ser un extraordinario debo potenciar su carácter y ser bueno técnicamente, lo cual sirve para todos los ámbitos de la vida”, definió Sánchez.

Señaló que aproximadamente el 80 % son empresas buenas, pero no extraordinarias, “y es lo que deben buscar, el porcentaje es en base al libro Líder Extraordinario”.

Por su parte, Medina describió lo extraordinario como pequeñas cosas que hacen la diferencia en la empresa pero que impactan a gran escala; “por ejemplo el tener objetivos cada día para saber hacia dónde van, es decir salir de la rutina y pensar en qué voy hacer, hoy, distinto, me hace extraordinario”.

Los expositores señalaron que en las empresas salvadoreñas se deben romper paradigmas mentales para no enfocarse sólo en la rentabilidad que ofrecen empleados, sino que deben evaluar la satisfacción de su personal, y si es poca o nula, hacer cambios.

“Incluso funcionarios del Gobierno deberían de ser los primeros en tomar el reto de ser extraordinarios para no cometer los mismos errores. El líder de un país puede reproducir el liderazgo y conseguir que el sector empresarial sea responsablemente sostenible, rentable, competitivo y productivo”, argumentó el colombiano Medina.