El Medio y el Lejano Oriente cautivan a latinos acaudalados

Cuando el dinero no es problema, lo importante es elegir el mejor lugar para vacacionar

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El Puente de Dos Cañones (Niju-bashi), en Tokio, Japón. La fotografía está tomada desde los jardines de Oriente. Al fondo se observa el Palacio Imperial. foto Expansión/Archivo.

Por Por Consuelo Interiano | Ilustración Jorge Castillo

2013-07-29 9:00:00

América Latina tiene un amplio abanico de opciones de descanso que se han mantenido por años como los lugares preferidos de quienes están dispuestos a invertir 300 dólares o mucho más por un par de noches frente al mar en parajes como Punta Cana o Cartagena de Indias, pero Medio y Lejano Oriente también se han robado la atención de los latinos acaudalados.

Según Francisco García, gerente de Inter Tours, los turista latinoamericanos de altos ingresos toman circuitos que los llevan a conocer los lugares más codiciados de Medio Oriente. Una gira apetecida, por ejemplo, es la que incluye Turquía, Siria, Jordania, Israel, Egipto, Marruecos, Túnez y algunos otros países de la zona.

Quienes toman este viaje de 12 días disfrutan parte del recorrido en crucero, y algunos tramos en autobús. Esta gira es popular entre parejas, y tiene un costo de 15,700 dólares por persona.

Los vacacionantes premiun también se dejan cautivar por el Lejano Oriente. Para recorrer esta zona del mundo está disponible, por ejemplo, un paquete de 18 días, que incluye visitas a ciudades de China y Japón, como Tokio, Nara, Osaka, Beijing, Shanghái y Hong Kong. El precio de este viaje es de 17,950 dólares por persona.

Pero también hay turistas con una visión más global y ambiciosa. Ellos se aventuran a conocer un selecto número de destinos en menos de un mes, para lo que se gastan entre 23 y 30 mil dólares por persona.

En América Latina, Punta Cana (República Dominicana) sigue siendo uno de los destinos preferidos para vacacionar en familia. Una semana en ese paraíso cuesta 2,400 dólares por persona. El Cruce Andino, entre Argentina y Chile, es otro de los preferidos.

“A Europa o Asia van muy pocas veces en la vida, pero los lugares de la región los visitan por lo menos una ves al año. Hay más apego, por cercano y barato”, dijo García.