Prevén escasez de gas Propano

Un inminente desabastecimiento de gas anunciaron las empresas que venden el producto

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Las empresas que venden gas dicen que enfrentan pérdidas por altos costos de importación. Prevén escasez. Foto EDH /archivo

Por Guadalupe Hernández Alexander Torres nacional@eldiariodehoy.com

2013-05-31 9:00:00

Como si no bastara con la deficiencia en la entrega del subsidio y lo costoso del mismo, las empresas importadoras y comercializadoras de gas propano anunciaron ayer de un inminente desabastecimiento de este producto debido a los costos asociados a la importación.

En los mercados internacionales los precios varían y tienden al alza, pero en El Salvador el gobierno estableció un límite al valor del producto y, por ende, no se permiten ajustes, aseguraron a través de campos pagados en periódicos y radios, las gaseras Tropigas, Tomza, Zeta Gas, y Unigas, las cuales representan el cien por ciento de la industria.

La inconformidad de las gaseras es tal que el Ministerio de Economía (Minec) no reconoce las alzas porque el gobierno subsidia el producto a las familias que consumen menos de 99 kilowats hora al mes.

En épocas anteriores, las gaseras se quejaban de que el pago del subsidio, canalizado directamente a las empresas, nunca se efectuaba a tiempo.

La molestia actual es otra: que no se actualice la estructura de precios en los últimos cuatro años, y por eso han tenido que financiar las alzas del gas, ocasionándoles pérdidas económicas.

Ante ese problema, las importadoras de gas sostienen que han buscado muchas veces un acercamiento con las autoridades de Economía y de la Secretaria Técnica de la Presidencia, sin que se “nos haya dado respuesta alguna”.

Al no obtener la apertura que esperaban, y luego de múltiples solicitudes de audiencias, las empresas anunciaron que no han podido encontrar en los mercados internacionales un precio del gas acorde a los precios que establece el gobierno.

“Hemos hecho lo que ha estado a nuestro alcance, y mucho más para mantener de manera responsable el suministro interrumpido del producto”, explican las gaseras a los consumidores.

Reiteran que no están en la capacidad financiera ni operativa de continuar asumiendo los altos costos, sin ser reconocidos, por lo que dejarán de importar el gas propano. Esta es la primera vez, que todas las gaseras se unen para abogar por los intereses de la industria.

La presión de las gaseras desencadenó en una reunión de dichas empresas con el ministro de Economía, Armando Flores, en donde expusieron su descontento.

Lo primero que dijo Flores, tras la cita, que duró un poco más de una hora, fue que el país cuenta con suficiente Gas Licuado de Petróleo (GLP), y por lo tanto no habrá ningún desabastecimiento.

La Ley de Hidrocarburos establece que las empresas deben anunciar por escrito, ante el Ministerio, acerca de cualquier desabastecimiento y justificar porqué sucedería, pero hasta el momento no han recibido ninguna notificación.

En su opinión, anunciar un posible desabastecimiento no ayuda de ninguna manera a la industria, ni mucho menos es música en los oídos de los ciudadanos ni tampoco para el gobierno.

En lugar de caminar en esa dirección, el funcionario les solicitó trabajar en una mesa de diálogo, en donde se analice la situación del sector en su conjunto. En ese análisis técnico, incluso con apoyo internacional, se pudiera tener un panorama completo de la industria, mencionó.

Según Flores las empresas tienen dos caminos: El de tensión o el constructivo y de diálogo, para elaborar una solución técnica e integral.

“Espero que las empresas gaseras, a partir de esta muy buena plática que hemos sostenido de manera franca y cordial, se animen y vayan al encuentro de esta propuesta”, expresó.

Añadió que un camino distinto al del diálogo sería de confrontación, “que como gobierno no queremos porque es pérdida neta para las empresas y los ciudadanos”.

Según Flores si las empresas dejan de vender gas se estarían alejando de su compromiso de Responsabilidad Empresarial con sus clientes, por lo que espera que el suministro del producto siga normal, ya que es esencial en la economía de las familias salvadoreñas.

Sobre los costos adicionales que los empresarios denunciaron, debido a que el gas es subsidiado, Flores dijo: Ese tema de costos adicionales llamado “terminaling” no existe en ningún país de Centroamérica y, por lo tanto, no se puede implementar algo que no existe. Por ello, cree necesario un análisis técnico.

El ministro también dijo que se había sentido extrañado con el campo pagado publicado por las gaseras, pues siempre ha tenido una actitud de diálogo y de puertas abiertas hacia el sector empresarial.

“Me extrañó que me reclamaran un espacio de diálogo cuando siempre lo han tenido”, afirmó Flores, a quien además le pareció extraño que las gaseras lanzaran el problema a la palestra pública justo un día antes de la celebración del cuarto aniversario del presidente Mauricio Funes, y en el día del lanzamiento del plan piloto del nuevo esquema del pago del subsidio del gas, que tuvo lugar ayer en San Miguel.

Al hacerlo de esta manera, les dijo, corren el riesgo de que el problema se discuta en las arenas políticas, lo cual no le conviene a la industria, los ciudadanos ni al gobierno.

Pese a todo, Flores dijo que espera sostener una reunión este próximo lunes. A lo largo del día (ayer) El Diario de Hoy intentó obtener la versión de las empresas involucradas, pero a pesar de las constantes llamadas no se recibió respuesta.

Los periodistas también estuvieron a la espera de que concluyera la reunión para abordar a los representantes de las empresas, pero ingeniosamente salieron por otra puerta.

Cadena de afectados

El esquema de subsidio vigente desde marzo de 2011 afectó desde un principio la cadena de suministro del producto, tal como lo han denunciado no sólo las empresas, sino también los distribuidores y las mismas tiendas en donde se venden los cilindros.

El año pasado, los distribuidores de gas propano también denunciaron que dicho esquema les había generado graves pérdidas económicas debido a que unas 15 mil tiendas que antes expendían el producto habían optado por dejar de hacerlo, pues sólo les quedaba $0.25 por cilindro.

Debido al cierre de tiendas y a las pocas ganancias que les queda por la venta de los tambos, muchos distribuidores tuvieron que cerrar sus negocios, dedicarse a otros rubros e incluso buscar empleo en el sector privado. Antes de la focalización operaban cerca de 350 distribuidores, ahora sólo hay unos 250, aseguró hace un año la Unión de Distribuidores de Gas Propano (Udigas).

En esa ocasión informaron que las pérdidas generadas por la focalización incluyeron la disminución de las ventas, pues antes de dicho esquema los distribuidores vendían 1.3 millones de cilindros al mes, y en la actualidad sólo 780 mil, representando una baja del 40 %, y a menores ventas menores ganancias.

La gremial ha detallado que por cada cilindro, el margen de ganancia establecida por el Gobierno es de $0.84 por cilindro. Sin embargo, esa ganancia se esfuma cuando se le descuentan $0.20 de pago a cuenta, $0.11 de percepción (cuota adelantada del IVA), $0.20 de combustible, $0.25 de salarios y $0.15 por extorsiones que pagan a las pandillas.

El sector denunció haber buscado un acercamiento con el gobierno, pero nunca han sido atendidos.