Muchos sectores salvadoreños han criticado el desempeño institucional de la Agencia para la Promoción de la Inversiones y Exportaciones de El Salvador (Proesa), a lo largo de los cuatro años del presente gobierno.
Para la Iniciativa para la Competitividad, un ente creado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), la debilidad principal de Proesa es que fue creada por Decreto Ejecutivo (en 2000), lo cual ha incidido en que haya estado sujeta a los vaivenes de los distintos gobiernos.
La base frágil de la institución también se sustenta en que ha dependido más de la Presidencia de la República, que de la Vicepresidencia como ocurrió con gobiernos anteriores, obligándole a tener menos protagonismo.
Ese método de trabajo le ha impedido desempeñar sus funciones, tanto en la atracción de inversiones como en el fomento de las exportaciones, ambos sectores considerados los principales motores de la economía salvadoreña, sostiene Luis Membreño, coordinador de la mesa de acceso a mercados de la Iniciativa para la Competitividad.
En cuanto al bajo nivel de inversiones que registra el país, Membreño comentó que en los últimos años, esta se ha mantenido en una tendencia del 14 % con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), cuando lo ideal sería llegar a niveles del 20 %.
La tarea también debe incluir el propiciar que las inversiones locales se mantengan y crezcan, dijo.
Sobre las exportaciones, dijo que estas han crecido, pero se mantiene un déficit comercial porque las importaciones crecen el doble del total exportado.
Para revertir esa tendencia, la Iniciativa para la Competitividad propone que Proesa se transforme en una entidad autónoma, que posea su personería jurídica propia y autonomía patrimonial y administrativa, lo cual debe pasar por un Decreto Legislativo.
Ese sería el primer paso para que Proesa resurja con una mayor estabilidad y fortaleza. La propuesta de la Iniciativa incluye la participación del sector privado como un aliado estratégico.
La incorporación del sector privado brindará más legitimidad a la ejecución de las políticas que se impulsen como país, además de facilitar la atracción de inversiones, tal como han hecho Honduras, Guatemala y Colombia.
Membreño destacó que ahora que se discute sobre los Asocios Público-Privados (APP), es un momento propicio para dejar en manos de Proesa el manejo de éstos, “eso permitiría el ahorro de al menos un año de la trabajo”.
El fortalecimiento de Proesa que sugiere la IC incluye la integración de un Consejo Directivo, que este conformado por un presidente (nombrado por el presidente de la República, tres ministros (Economía, Hacienda y Obras Públicas), dos miembros electos por el sector privado, y un representante designado por sector académico y tanques de pensamiento.
La propuesta se encuentra en manos de la Secretaría Técnica de la Presidencia y se espera que sea discutida en el corto plazo.