Nuevos capitanes asumen Grupo Calvo con amplia estrategia regional

Miguel Peñalva llega a España como director de compra de atún para Europa y traza estrategia para elevar operaciones de El Salvador en la región y la zona euro

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Actualmente, Grupo Calvo emplea a 1,800 personas en la región, entre ellas, 1,600 laboran en El Salvador. Para el cierre de año, la cifra total se elevaría a 3,000 colaboradores.

Por Por Guadalupe Trigueros Fabeiro | Fotografía Expansión EDH

2013-05-06 8:00:00

Miguel Peñalva, director general de Grupo Calvo para Centroamérica y El Caribe, se prepara para elevar anclas hacia España y entregar el timón de las embarcaciones a un salvadoreño. Lo hace precisamente cuando ha logrado fortalecer la presencia de la compañía en el mercado y sacar a flote las ventas después de la crisis económica mundial. Se marcha a Europa llevando entre manos los planes de expansión para activarlos con el Acuerdo de Asociación comercial entre la eurozona y el istmo, en cuanto entre en vigencia.

Deja a su sucesor (cuyo nombre aún no ha sido revelado) un plan de crecimiento de flotas que se complementará con la expansión de la línea de conservas y envasados, con el respectivo incremento de las operaciones. La inversión destinada para tales efectos durante este 2013 se eleva a los $8 millones y la meta es procesar 40 mil toneladas de productos de atún, lomos, conservas, harinas, aceites y nuevos productos procesados.

Peñalva ha viajado esta semana a España para coordinar los equipos que trabajarán en conjunto con las operaciones de El Salvador. Embestido como director de compra de atún para la división del mercado europeo, se encargará de que las estrategias trazadas en la planta de La Unión cumplan las metas de venta y proliferación en la zona euro.

Para 2008, logró que las operaciones de El Salvador alcanzaran exportaciones por $121.8 millones. Los dos años siguientes, enfrentó caídas en los ingresos por los efectos de la crisis internacional en los diferentes mercados meta de la compañía. El tonelaje bajó de 29,539 a un poco más de 20,000 y la facturación se desplomó a $73.9 millones.

Las pérdidas de Calvo a nivel mundial fueron para entonces de unos $18 millones y la compañía cambió su estrategia global para recuperarse, entrando a nuevos mercados, entre ellos, los suramericanos y caribeños.

El Grupo logró ventas globales que superaron los $719 millones, cifra que llamó la atención de la atunera coreana Dongwon Group que llegó a tener intención de adquirir las operaciones internacionales de Calvo, sin conseguirlo. La compañía se ha convertido en una de las cinco mayores atuneras mundiales, tras abrir operaciones en El Salvador y adquirir la firma brasileña Gomes da Costa.

En línea con las nuevas tácticas, para 2011, las maniobras de Peñalva en El Salvador recuperaron el tonelaje que se registró en 2008 y las ventas se elevaron a ritmos considerables, para cerrar el 2012 con una facturación de $113.9 millones.

Durante su último año al frente de Calvo Centroamérica y El Caribe, Peñalva registró un incremento de 20 % en las ventas dentro de la región, cifra equivalente a 30 millones de latas, versus los 23 millones registradas durante el año 2011, es decir, 800 toneladas más, según sus propias cuentas.

La proyección de crecimiento inmediato se fundamentará en producir más conservas y apostar por las marcas con nuevos productos, tales como sardinas, 100 variedades de calamares preparados, pizzas, ensaladas y paellas, informó.

Una década y proyecciones nuevas

Calvo cumple 10 años de operar en El Salvador, donde inició con una planta procesadora en septiembre de 2003, al mando de uno de sus propietarios, Manuel Calvo, actual consejero delegado del Grupo, bajo la batuta de Ramón Calvo, como director general de la firma, desde España.

Para entonces, la planta de corte, descongelación y limpieza del atún en El Salvador costó $25 millones y, las embarcaciones con bandera nacional fueron adquiridas por $35 millones. Tres años más tarde, abrieron la planta para enlatados, luego la harinera, la de tratamiento de aguas y las bodegas. Hasta la fecha, Grupo Calvo ha invertido en total $140 millones, opera en una extensión de 16,000 metros cuadrados y ha elevado su flotilla a cuatro barcos atuneros.

Para este 2013, la vigencia del Acuerdo de Asociación (AA) entre Centroamérica y la Unión Europea será clave para el crecimiento de la compañía. Desde la región estará el relevo salvadoreño con dos barcos adicionales para la flota salvadoreña y en España estará Peñalva, listo para comprar la materia prima de aguas nacionales, así como la de embarcaciones asiáticas o norteamericanas.

Actualmente, el sistema generalizado de preferencias que rige el comercio entre el istmo y la zona euro sólo permite la entrada de la pesca centroamericana o andina, mientras el AA es más amplio y facilita a la región vender 4,000 toneladas libres de impuestos en dicho mercado.

“La idea es conseguir 40,000 toneladas de materia prima, porque la competencia de Ecuador tiene flota de 100 barcos, México tiene flota que supera esas cifras y El Salvador no es suficiente con la materia prima que consumen sus barcos, debe conseguir o comprara a otras flotas, por eso es importante el AA, porque hay una cuota de excepción de origen importante para el desarrollo de la industria”, explicó.

Peñalva y su sucesor en El Salvador tienen en la mira incursionar con las marcas de Calvo en Ecuador, Perú y Colombia, así como ganar más presencia en el mercado centroamericano.

Más inversiones

Durante 2012 y lo que va de 2013, la compañía ha logrado penetrar en Libia, Canadá, Estados Unidos, Brasil y República Dominicana.

Actualmente, el producto procesado en El Salvador es exportado a 22 países.

Por el momento, la compañía emplea a 1,800 personas en la región, de los cuales, 1,650 operan en El Salvador, que podría aumentar a 1,700, con la vigencia del AA y el incremento de la capacidad instalada. En total, emplearían a 3,000 personas en el istmo.

Con dicho acuerdo, no descartan la participación de la compañía en el viejo proyecto de astilleros que junto al gobierno se impulsó en los primeros años de operación en el país.

Según Peñalva, hay embarcaciones que preferirían reparar sus unidades en puerto salvadoreño que esperar llegar a Panamá o a México para hacerlo, por lo tanto, “si hay que invertir, lo haremos”, concluyó.