Ante la incapacidad del Gobierno para devolver oportunamente el 13 % del IVA a las empresas exportadoras del país, las mismas compañías, agremiadas en la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), han decidido crear su propia propuesta para obtener con rapidez los fondos que les pertenecen.
Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de esa gremial, y Pablo Durán, presidente de la Unión de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Unión Mipyme), aseguraron que aunque la propuesta todavía está en estudio lo que pretenden es crear un sistema de “autoliquidación”, con el que el Gobierno entregue de forma expedita el dinero que los exportadores ya pagaron con anterioridad y se puedan ahorrar los trámites de devolución.
“Es una solución que estamos terminando de redactar”, dijo Durán, quien trabaja de la mano con Coexport.
Para Cuéllar, lo ideal sería que el Gobierno no les cobrara ese dinero a las empresas. Así ni las compañías se quedarían sin efectivo ni el Gobierno tendría que hacer el trámite de devolución.
La propuesta aún está en análisis, pero en cuanto esté lista será presentada al Ministerio de Hacienda, para que la evalúe y la aplique, si lo cree conveniente.
Los cálculos de las empresas exportadoras indican que a la fecha el Gobierno les adeuda un aproximado de $200 millones en concepto de devolución del IVA.
Ese impuesto es el que las compañías han pagado con anterioridad al comprar todos los materiales o insumos requeridos para elaborar sus productos exportables.
Las estadísticas señalan que Hacienda devolvió en 2012 un total de $251.5 millones en devoluciones de IVA y renta. Sólo en IVA regresó un total de $183.9 millones.
Sin embargo el dato no indica si hay un saldo pendiente a pagar. Tampoco detalla si ese dinero es parte de la deuda de ese año o si contempla deudas de años anteriores.
Aunque el Gobierno asegura que es transparente, la administración tributaria no ha revelado cuál es la deuda que tiene con los exportadores ni en cuánto tiempo planea saldar dicha deuda.
Según la ley, la devolución debe hacerse en los 30 días hábiles, pero algunas empresas llevan más de tres meses sin recibir el dinero.
Haciendo malabares
Ante la falta de dinero líquido, las empresas, y sobre todo las pequeñas y medianas, han tenido que recurrir a préstamos para poder sufragar sus gastos, según comentó Pablo Durán, de la Unión Mipyme.
También han tenido que endeudarse con sus proveedores y prometerles, como también lo hace el Gobierno, que les cancelarán el dinero cuanto antes.
Según el representante de esta asociación, las pequeñas empresas utilizan este dinero para seguirlo invirtiendo en su negocio.
Otras han tenido que reducir su producción o no han podido ampliar sus ventas debido a que les falta materia prima para producir.
Las notas de crédito, con las que el Gobierno está pagando algunas de sus deudas, no le sirven de mucho a las empresas, que lo que necesitan es dinero en efectivo.