Desde finales del año pasado, algunos exportadores no han recibido la devolución del 13 % del Impuesto al Valor Agregado (IVA) por parte del Ministerio de Hacienda.
Se estima que el Fisco adeuda a los exportadores un poco más de 200 millones de dólares. El viernes pasado se consultó en la oficina de Hacienda la cifra oficial, pero no se obtuvo respuesta.
Los atrasos van desde los dos, cuatro y hasta seis meses, cuando la devolución debe efectuarse en un máximo de 30 días, según lo establece la ley, aseguró esta semana la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport).
La gremial confirmó que los atrasos se intensifican casi siempre a finales de año, pero por lo general no superan los dos meses, no obstante, actualmente, “hay exportadores que llevan esperando desde hace ocho meses”.
Francisco Bolaños, presidente de Coexport, reconoce que Hacienda ha hecho esfuerzos para acelerar los tiempos de las devoluciones de IVA, pero es algo que no se ha concretado.
“El ministro de Hacienda, (Carlos Cáceres), dijo hace poco que se comprometía con los exportadores a que la devolución se daría en efectivo y no con Notas del Tesoro, pero aún seguimos esperando”, expresó Bolaños.
El empresario se refiere al anuncio que el titular de Hacienda hizo en octubre del año pasado, sobre un paquete de ajustes al presupuesto 2013, que incluía la incorporación del pago del IVA a los exportadores, pues este sería pagado en efectivo, pero esta reforma no se efectuó.
Para Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de Coexport, el hecho de que Hacienda reintegre el IVA por medio de Notas del Tesoro, es decir, a través de papeles que simbolizan un compromiso de pago del Gobierno, también genera atrasos. Este mecanismo data de 2006.
Según el portal de Hacienda, “las Notas de Crédito del Tesoro Público, se pagan a su vencimiento y de conformidad a solicitud del propietario”, pero en la vida real estas se pueden cobrar seis meses después de emitidas.
La mecánica le resta liquidez a muchas empresas, pues aunque algunas tienen la oportunidad de canjear esos papeles legales con el pago de impuestos, otras tienen remanentes y deben buscar la forma de venderlos en el mercado, aunque esto signifique sacrificar un porcentaje.
Al final, el beneficiado es el intermediario o la persona que compra la nota de crédito, en muchos casos para pagar sus propios impuestos.
Para Cuéllar, los exportadores deberían recibir el reintegro en efectivo y en 100 %.
“El IVA no es del gobierno, es del empresario, porque cada vez que un empresario compra un insumo para elaborar un producto, el mercado le cobra el 13 por ciento, pero él no lo puede cobrar en el exterior”, explicó.
Añadió que ningún país exporta impuestos y este es un impuesto interno y no se le puede cobrar a un empresario el 13 por ciento por un producto que vende fuera de su país. Por eso se devuelve.
El engorroso proceso de devolución desde el pago del 13 por ciento que hace el exportador cuando compra los insumos para la producción, la comprobación de la exportación ante Hacienda, el cual a su vez inicia un proceso de verificación, hasta la devolución del impuesto. Todo ese proceso puede durar hasta dos meses.
“Cuando Hacienda comprueba la exportación, aprueba la devolución del IVA, y a partir de ahí el exportador se queda esperando, y cuando al fin le dan la Nota de Crédito, el exportador pierde liquidez, pues debe esperar hasta seis meses para hacerla efectiva”, comentó Bolaños.
¿Qué hace el exportador, cuando por fin tiene la Nota de Crédito, para lograr tener efectivo? La negocia con intermediarios, y pierde entre 1 o 2 por ciento, aunque muchos empresarios la cruzan con impuestos.
La situación de los exportadores se complicó aún más en febrero de 2011, cuando la Asamblea Legislativa aprobó la eliminación la devolución del 6 por ciento, un incentivo conocido como “drawback”.
Las propuestas
Desde que se eliminaron los subsidios, el sector ha venido presentado una serie de propuestas que contribuirían a una devolución más expedita del impuesto que pagan, como el manejo de una cuenta corriente, el cruce de la devolución con el pago de otros impuestos, por citar algunos. De hecho, Coexport anunció que este mes presentarán un nuevo documento ante Hacienda, aunque lo ideal es que el sector no pague dicho 13 %, sostienen.
Bolaños adelantó que se trata de un mecanismo o sistema muy efectivo que se utiliza en otros países, llamado: Autodevolución, para que el empresario no tenga que estar pagando dicho impuesto.
“El sistema es parecido al que utiliza el sector comercio. Por ejemplo: el exportador diría este es mi IVA de enero, y ese dato tendría que ser avalado por Hacienda, y después tendría que verificar, tal como hace con los comercios”, explicó Bolaños.
Las iniciativas de los exportadores han sido respaldas por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), que en 2009 propuso que el gobierno pagara una tasa de interés, según el tiempo de atraso en la devolución.
“No por causar un perjuicio al Fisco, pero por lo menos que el Gobierno compense el costo en que incurren las empresas al ir a buscar financiamiento en otras fuentes, que puede ser una línea rotativa de crédito para las que tienen acceso a la banca formal, o préstamos en cooperativas y hasta con agiotistas”, aseguró Waldo Jiménez, director de asuntos económicos y sociales de la gremial.Los atrasos van desde los dos, cuatro y hasta seis meses, cuando la devolución debe efectuarse en un máximo de 30 días