Antigüedad de cafetales incidió en daños por roya

La mitad del parque requiere poda profunda o resiembra para evitar pérdidas de producción

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Los caficultores realizan procesos prácticos para mantener saludable el parque cafetalero. Sin embargo, en el país nunca se ha realizado una renovación profunda para introducir nuevas variedades. FOTOS EDH / MARLON H.

Por Juan José Morales nacional@eldiariodehoy.com

2013-03-26 8:00:00

El actual problema de la roya en el parque cafetalero salvadoreño ha demostrado que, el en otros tiempos “grano de oro” de la economía agrícola, vive un momento complicado que necesita una reestructuración de raíz para no afectar productores, cadenas de distribución y consumidores.

La principal razón es la antigüedad del parque cafetalero nacional el cual, según cifras del mismo Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), tiene una edad promedio de 50 años, lo que lo convierte en el más antiguo de la región centroamericana, cuando la edad máxima debe de ser de 20 para ser menos vulnerable ante patógenos, cambios en las condiciones climáticas y lluvias excesivas.

Como punto de partida hay que subrayar, retomando cifras de diversas asociaciones de productores, que el 20 % de la cosecha de café 2012/13 se perdió, reduciéndose a casi 1.7 millones de quintales oro-uva cuando, inicialmente, se esperaban 2.04 millones.

Esto, para la próxima recolección, podría aumentar, ya que el MAG aun no ha entregado la totalidad de los fungicidas de contacto a la mayoría de cooperativas y productores, cuando se está a mes y medio del inicio de la estación lluviosa, período que reduce la efectividad de las sustancias. De hecho el ministerio ni siquiera ha decretado alerta por el hongo.

Para Amy Ángel, analista agrícola de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), variedades tradicionales como el Bourbon y Pacamara son muy apreciadas por su alta taza pero poco resistentes a enfermedades como la roya o antracnosia.

Por ello sugiere que el sector haga una pausa y evalúe políticas relacionadas, sobre todo la necesidad de ver la gravedad de la situación sanitaria actual como una oportunidad de renovar “progresivamente” el parque cafetalero con nuevas diversidades, una tarea que requiere investigación, asesoría técnica e inversión financiera.

“No comprendo como una variedad particular tan resistente e igual de productiva como el café Cuscatleco no es distribuida por las autoridades para su cultivo bien planificado. La Roya nos obliga a poner en perspectiva que tipo de parque de café necesita el país para los próximos 20 años, si es que el grano sigue siendo una prioridad para la economía”, matizó la experta.

El último intento por “transformar” los bosques de café se presentó durante la crisis de precios de 1999-2004 cuando se recomendó y se adoptó la conversión a cafés especiales, algo que se evidenció en el 41 % de exportaciones en 2010/11.

No obstante, todos los actores involucrados en el tema no aprovecharon esa coyuntura para continuar con la otra recomendación: renovar.

Para el actual gobierno esté tema pasa a un segundo plano. El titular del MAG, Pablo Ochoa, afirmó que por el momento no hay planes para comenzar con este proceso debido a que deben de continuar con la “mitigación” de la roya invirtiendo apenas $3 millones, la cifra más baja en la región. Costa Rica invierte 40 Mlls. y Guatemala $17.5 Mlls. para atacar el hongo.

“Sabemos que nuestros cafetos son viejos y que esto debilita los resultados de cada cosecha pero creemos que combatiendo los hongos que afectan al caficultor podemos superar estos déficits”, se limitó a analizar el funcionario.

Ángel es de la posición de que, al analizar el declive generalizado en la productividad por la edad de los cafetales en las últimas dos décadas hay que empujar hacia la renovación del sector o hacia su fallecimiento porque su continuación tiene “fuertes consecuencias económicas, sociales y ambientales”, detalló.

“El 60 % de la cobertura boscosa del país son cafetales y su sombra. Al no continuar con estas plantaciones existe altas posibilidades de generar deforestación y una posterior filtración de agua y modificaciones climatológicas”, reflexionó.

Gremio sigue sus procesos

Ante la poca respuesta del gobierno y sus instancias especializadas en el tema del café , muchas cooperativas de productores realizan procesos prácticos para mantener el cafeto “lo más joven posible”.

Rafael Melgar, gerente de la finca Santa Adelaida, confirmó que la roya les hizo reducir de 11 a 6 mil quintales la producción del grano y que ninguno de los 120 productores que agrupa la cooperativa ha recibido el reactivo que prometió el MAG para contrarrestar los efectos del hongo.

En este sentido, en los cafetos Bourbon que están ubicados a casi mil 500 metros de altura, se ejecutan diversos procesos de renovación parcializada, cuidando el material vegetativo del cafeto, aumentando la biomasa orgánica de los suelos o agobiando las ramas viejas con estacas para “forzar” nuevos brotes.

“Sabemos que esto no nos garantiza mejorar nuestro parque cafetalero (de 910 manzanas) pero podemos reducir el impacto de la roya o de otros hongos. Y aunque queramos sustituir todas las plantas por el momento es imposible porque no hay acceso a créditos para el sector y es un proceso en el que se sacrifican casi tres años de producción”, recordó Melgar.

El encargado de este bosque ubicado en la jurisdicción de Comasagua, La Libertad, agregó que la roya en los últimos ocho meses afectó más al cafeto de sol, contrario al comportamiento normal del patógeno que por casi 30 años solo dañó cafetales de sombra. Tanto Ángel como Melgar pidieron investigación para ampliar las variedades y crear a futuro cepas resistentes y productivas.