El mundo de la chatarra, la fortuna entre el cobre y el hierro

El crecimiento de estos locales está relacionado con las pérdidas de las distribuidoras y la nula regulación

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Muchos vendedores informales se conectan a la red pública ilegalmente.

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2013-03-17 8:00:00

En la zona del barrio Concepción, en el centro de San Salvador, viejas cocheras se han convertido en depósitos donde lo que para unos “no vale nada” para otros es, literalmente, una mina de cobre.

Y por ello, en la medida que las distribuidoras de energía eléctrica, empresas de telefonía y hasta las mismas alcaldías hacen su lucha para controlar el robo infraestructura, los propietarios de fundidoras generan ganancias gracias a una escala local e internacional donde todos se reparten el deseado botín.

Uno de los dueños de estos lugares, que pidió no ser identificado, reconoció que lo que ellos hacen es trabajar para un tercero que se encarga de trasladar y vender grandes cantidades de cobre a otros actores que exportan el cobre a algunos países asiáticos donde, además de la llamada “basura tecnológica , el material se comercializa a un precio de $7,811.50, según cifras actuales de la Bolsa de Metales de Londres.

“Acá todos ganan, desde el pepenador que nos vende por libra, pasando por nosotros que lo clasificamos y llegando hasta las últimas cadenas”, detalló, con cautela, esta fuente, que además confirmo la tasa actual del cobre: $3.50 por libra.

Como medida de respuesta, tanto AES El Salvador como DelSur están colocando nuevas líneas de polarización y cableado secundario de un material compuesto por una aleación de cobre y aluminio.

“Esta mezcla, al ser fundida, ya no es rentable para los que se dedican a este negocio y no representa ningún problema en relación al suministro”, detalló el gerente general de Caess, Humberto Lemus.

Los entrevistados de las distribuidoras eléctricas afirman que los que se dedican a robar infraestructura “son especialistas en la materia” y que inclusive poseen equipo para proceder con rapidez en horas nocturnas.

“Desconocemos realmente de donde viene el cobre y nunca han venido a sancionarnos o a intentar cerrar el lugar”, agregó “el chatarrero”.

Así, la evolución de este fenómeno dependerá de los precios internacionales del cobre, los cuales actualmente son altos, y las decisiones que tomarán las instituciones públicas y privadas al respecto.