Para Álvaro Trigueros, director de la sección macroeconómica de Fusades, una reforma del sistema de pensiones no se puede hacer a la carrera y debe realizarse por personas capaces, que así como sepan de finanzas sepan de pensiones, demografía, modelos de financiamiento (esquemas de reparto, privados y mixtos), y conocer como funciona el mercado laboral y el de capitales, entre otras ramas del saber.
Señala que lo más recomendable sería crear una comisión de alto nivel, similar a como hizo Chile, de modo que se escoja un grupo de personas notables, que conozcan del tema para que hagan una propuesta seria de reforma al sistema previsional. En esta comisión deberían participar representantes del sector laboral y empresarial, funcionarios de la Superintendencia de Pensiones, Ministerio de Hacienda, representantes de las AFP, centros de pensamiento y universidades, entre otros.
En el caso de la propuesta del FMLN, de revertir el sistema de ahorro de pensiones, Rommel Rodríguez, investigador del área de macroeconomía de la Fundación para el Desarrollo (Funde), detalla que se debe analizar detalladamente, porque en primer lugar se le tendría que pagar a los socios accionistas de las AFP sus inversiones que rondan los $1,000 millones. Además, “se tendría que ver si el Gobierno es tan eficiente para administrar los otros $5,000 millones que quedarían o si se los gastaría en programas populistas”.
“Con esa propuesta debe analizarse que el gasto sea eficiente, y que haya un presupuesto y una ejecución presupuestaria transparente”, concluyó Rodríguez.