Nuevamente el gobierno salvadoreño le toca corregir la plana. Esta vez, con el esquema de focalización del subsidio del gas propano, cuyo mecanismo de entrega de pago ha sido modificado en tres ocasiones.
La focalización de la subvención al recurso, que inició hace año y medio, ha sido una de las más accidentadas, por lo que el Gobierno se vio obligado a ir haciendo ajustes que provocaban confusión y descontento en la población.
Las constantes modificaciones se han centrado en la forma de pago, primero se podía cobrar sólo por medio de recibo de energía eléctrica y luego en cuenta de ahorro.
Por haber dejado fuera del beneficio a escuelas públicas, negocios de subsistencia y centros de caridad, el gobierno tuvo que hacer otro cambio, pues a este segmento le entregó una tarjeta con la cual tenía que hacer el cobro.
El gasto excesivo que hizo el gobierno durante el primer año de ejecución, ha sido otro de los señalamientos de analistas económicos, pues cuando esperaba un ahorro de $60 millones, sólo logró $45 millones.
Y a partir de hoy, Economía inicia la “actualización” de datos de los hogares beneficiados, como un paso previo que llevará a otro cambio en mecanismo de pago, el cual estaría migrando hacia un esquema de pago a través de tarjeta, como informó ayer el ministro de Economía, Armando Flores.
La idea es que todos los beneficiarios de la subvención, es decir, 1.3 millones de personas, cobren con tarjeta. Actualmente, 300 mil cobran por medio de tarjeta o depósito en cuenta bancaria.
El robo de recibos
Con la entrada en vigencia del pago de subsidio del gas asociado al recibo de energía eléctrica, se han reportado numerosos casos de robos de facturas, con el agravio del cobro del subsidio por parte de la persona que efectuó el hurto.
Según registros de AES El Salvador, los casos se han reportado en el occidente del país, es decir, en zonas servidas por Clesa.
Desde junio de 2011 al cierre de 2012, se reportó el robo de 15 mil 614 facturas.
Además en enero de 2012 se robaron otras 8 mil 193 facturas en diversas colonias y comunidades de Sonsonate y Ahuachapán. En total, las facturas que han pasado a manos ajenas para el cobro del subsidio alcanzan las 23 mil 807.
En la mayoría de casos existe amenazas hacia el personal que se encarga de repartir las facturas casa por casa en zonas de alto riesgo.
“En ocasiones presuntos pandilleros logran interceptar a los mensajeros, amenazándolos o agrediéndolos físicamente con el fin de arrebatarle todas las facturas que deben entregarse a la población”, aseguró la fuente, que añadió que en San Salvador se han registrado 1 o 2 casos.
Del Sur no reporta robos.