Sustitutos de “drawback” no ayudan a exportadores

Ley de fomento a la producción camina a paso lento y aún no hay resultados tangibles. Exportaciones no crecieron en 2012

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La ley de calidad es de los pocos pasos que el sector ha logrado dar. foto edh/archivo

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2013-02-11 8:00:00

“Sin el plato y sin la sopa”. Así se han quedado los exportadores dos años después de que los diputados aprobaran tres leyes que sustituyeron la devolución del 6 % a las exportaciones, conocida como “drawback”.

Lo que fue vendido por el Gobierno como el motor que impulsaría las ventas al exterior se ha convertido ahora en una traba más, que desmotiva al sector y lo vuelve menos competitivo.

En enero de 2011, los diputados acordaron eliminar esta devolución porque la Organización Mundial del Comercio (OMC) la consideraba un subsidio y por tanto era obligatorio retirarla.

A cambio, el Gobierno aprobó tres leyes que compensarían esa ayuda comercial: una ley de reintegro de los derechos arancelarios, que fue denominada “drawback puro”; una Ley de Fomento a la Producción y la creación del Centro de Importaciones y Exportaciones (Ciex).

Pero tras dos años de aplicadas, una es prácticamente ley muerta y otra camina a paso de tortuga. Solo la creación del Ciex ha sido de beneficio para los comerciantes, aunque esta oficina ya se había creado mucho antes de que salieran las leyes.

Pero en definitiva las opiniones sobre sus beneficios y desventajas son muchas.

La primera ley conocida como “drawback puro” es, por ejemplo, una “ley muerta” para los exportadores. No les sirve de nada.

Esta ley permitiría que los exportadores solicitaran el reintegro de los aranceles que hubiesen pagado si hubiesen comprado su materia prima fuera de Centroamérica, región con la cual el país ha firmado un tratado comercial.

Pero el asesor de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Rigoberto Monge, dice que hasta el momento no conoce a ninguna empresa que haya solicitado el reintegro por la sencilla razón de que la mayoría de compañías exportadoras importa sus materias primas de Centroamérica o desde Estados Unidos, con quien también hay arancel cero.

Nadie usa esta ley porque nadie la necesita.

El director del desarrollo de las exportaciones y encadenamientos productivos del Ministerio de Economía, Mauricio Ruano, sostuvo que desde el inicio se planteó que esta ley no tendría un gran impacto en las exportaciones.

La directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, dijo por su parte que conoce de dos empresas que han solicitado el reintegro, pero que no les ha resultado fácil, pues, por ser una nueva ley, han tenido que lidiar con toda la burocracia estatal. “Ha sido engorroso”, manifestó.

Y otras empresas que sí han obtenido sus materias primas fuera no pueden obtener un reintegro porque están excluidas por ley. Así que para Monge, esta ley es letra muerta. “Es como una nave que nada en el vacío”, comparó.

Fomento a la producción

La otra ley que reemplazaría la devolución del 6 % es la de Fomento a la Producción, una legislación que prometió más fondos económicos para las empresas, así como una Ley de Calidad que diera más confiabilidad a los productos salvadoreños y la creación de oficinas comerciales a través de las cuales se pudiera explotar aún más el comercio con los países en los que estuvieran situadas.

Según Cuéllar, esta ley combinó otras leyes que ya se estaban trabajando por separado. “Lo que se hizo fue sumar una serie de leyes en las que se estaba trabajando por separado. Independientemente que hubiera 6 % o no, esas leyes tenían que hacerse”, manifestó.

Pero vamos una por una. En el financiamiento, quien más ganó fue el Gobierno, pues al eliminar el drawback se llevó al Fondo General del Estado $24 millones que ya no necesitaba erogar a los exportadores cada año.

En cambio, el beneficio es diferente entre las empresas.

Fondepro, un fondo creado por el Ministerio de Economía, solo financia a empresas que no sobrepasen ingresos de $7 millones anuales. ¿Y qué pasa con aquellas que tienen ingresos por $7.1 millones?, se preguntó Cuéllar.

Monge recordó que cuando la ley estuvo en negociación en la Asamblea Legislativa se pidió que parte de los $24 millones pasaran al fondo para la producción, pero a la fecha no cree que el Gobierno haya enviado dinero a esa cuenta.

Según el Ministerio de Economía, Fondepro otorgó $3 millones en créditos productivos a 169 empresas, de las cuales el 72 % ha sido para el sector industrial.

Ruano también destacó que hay financiamiento disponible en el Banco de Desarrollo (Bandesal) que en 2012 otorgó $293 millones en créditos productivos.

Ruano refutó las declaraciones del sector al asegurar que las empresas tienen ahora mucho más apoyo en materia de innovación que antes. Además mencionó que desde Economía han hecho de todo para formar e informar a las empresas sobre los procedimientos para exportar.

Tanto Cuéllar como Monge creen que retirar el 6 % del drawback sin aplicar medidas eficaces que incentivaran al sector fue un error, no porque ya no reciban dinero, sino porque les quitaron una ayuda económica que les compensaba dificultades que aún siguen teniendo. “Nos quitaron el 6 %, pero no nos ayudaron con otras medidas. Usted sabe que somos menos competitivos porque nuestra oferta exportable no es tan amplia, el transporte es más caro y la energía eléctrica que pagamos también”, sostuvo la representante de los exportadores.

Según Cuéllar, la falta de este incentivo le ha restado mercado a las empresas y algunas, incluso, están perdiendo.

“Estoy seguro de que hay pérdidas en algunas empresas”, dijo Monge, por su parte.

Pero Ruano afirmó que “ellos no han perdido mercado”. Con números en mano, el funcionario destacó que en 2012 hubo 48 nuevas empresas exportadoras, cinco nuevos destinos conquistados y 49 nuevos productos enviados al exterior.

Además aseguró que desde que se eliminó el reintegro del 6 %, el monto exportado por las empresas con este beneficio incrementó un 40 % en 2012 respecto a 2009.