La roya impedirá que un 20 % del parque cafetalero nacional pueda rebrotar y la producción continúe.
Aunque todavía no hay cifras oficiales, el presidente de la Asociación Cafetalera de El Salvador, Roberto Inclán, calcula que por cada 100 árboles de café plantados, aproximadamente 20 de ellos no logrará rebrotar, con lo que el parque cafetalero se reducirá y la producción seguirá cayendo.
Se estima que en el país hay aproximadamente 210 mil manzanas de café sembrado.
En años anteriores, sin roya u otras plagas, solo un 5 % no rebrotaba, por lo que el parque mantenía su producción.
Pero ahora, con una plaga tan devastadora como la roya y con menos recursos para desarrollar nuevas variedades de café, los caficultores están aún más desanimados.
Y los precios tampoco les ayudan. Después de cobrar más de $280 por cada quintal de café en el mercado bursátil en abril de 2011, el precio ha caído a $142 en enero de este año y con ello las utilidades para renovar el parque se reducen considerablemente.
El año pasado, el Gobierno entregó más de seis millones de plantas de café para reforestar el parque. El Estado se enfocó en la zona paracentral, específicamente en San Vicente y La Paz, donde la tormenta Ida provocó cuantiosas pérdidas al sector.
Pero según Inclán, la ayuda no sirvió de mucho, pues la mayoría de estas plantas se ha perdido con la plaga de la roya.
El empresario explicó que estas plantas fueron más vulnerables al hongo porque ya tenían otros problemas fitosanitarios como piojos y otras afecciones.
Además agregó que el café era de la variedad borbón, que según Inclán es menos resistente a las condiciones del clima. “Las plantas que se partieron no han logrado sobrevivir”, indicó. “Son plantas de muy mala calidad y muy sensibles a la roya”, indicó.
Aunque los cafetaleros reconocen que renovar el parque cafetalero es urgente, Inclán aseguró que en estos momentos, su prioridad es la roya.
Se estima que la plaga ha afectado aproximadamente el 20 % de la cosecha nacional 2012/2013, unos 400 mil quintales de café oro-uva.
La meta es combatir la roya con todos los fungicidas existentes y salvar la cosecha 2014/2015, incluso sacrificando la producción de la cosecha actual. “Estamos salvaguardando lo que queda, pero ahorita la visión no es producir, sino más bien salvar la próxima cosecha”, indicó.
Otras variedades
La otra meta es diversificar las variedades de café y lograr que el parque cafetalero sea, en su mayoría, del tipo “cuscatleco”, un tipo de café que, según Inclán, es más resistente a los cambios climatológicos.
El problema es que quien estaba desarrollando esas variedades era la Fundación Salvadoreña para Investigaciones del Café (Procafé), que sigue funcionando, pero ahora con un presupuesto reducido.
De ahora en adelante, todas las investigaciones sobre nuevas variedades de café deben ser financiadas por los mismos cafetaleros.
Antes era el Gobierno quien le daba a la institución una contribución especial por cada $0.50 que los cafetaleros pagaban por cada quintal de café oro-uva.