Roya mata esperanzas de productores de café

Tras la emergencia que se decretó en enero 2013, se calcula que cerca del 15 % de la cosecha se perderá.

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La roya pudre las hojas y bota el fruto. Foto EDH/Archivo

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2013-02-10 8:00:00

GUATEMALA. Bartolo Chavajay no puede contener las lágrimas frente a su pequeña parcela de café infestada de roya, en San Juan La Laguna, Sololá. El fruto de esa plantación es su único ingreso, y por ello hizo un préstamo para abonarla y darle mantenimiento, pero ahora que prácticamente toda la cosecha se ha perdido, las lágrimas se asoman en sus ojos porque no sabe con qué pagará el crédito y alimentará a su familia.

En esta situación están miles de grandes, medianos y pequeños productores. Entre estos últimos la desolación es marcada, pues a menudo es su única fuente de sustento.

Según datos de la Asociación Nacional del Café (Anacafé), unas 193 mil hectáreas están infestadas, equivalentes al 70 por ciento.

Aunque recién el viernes se declaró oficialmente la emergencia, con Q110 millones destinados solo a pequeños productores, aún no hay una estrategia clara para la distribución equitativa o el proceso de recuperación en los 204 municipios afectados, en los cuales la pérdida se traduce en inseguridad alimentaria y desempleo.

La palabra “tragedia” es común entre pequeños caficultores de la cuenca del Lago de Atitlán, debido a la propagación del hongo Hemyleia vastatrix, que causa la roya.

Pueblos que nunca antes se habían visto afectados, como San Pedro La Laguna, San Juan La Laguna, San Marcos La Laguna, Santiago Atitlán y San Lucas Tolimán, tienen ahora en común una cosecha apresurada para salvar el café que queda, cuya calidad será inferior a la usual, su precio de venta se reducirá y con ello los ingresos.

En oriente y otras zonas del país más del 90 por ciento de las plantaciones de café están infestadas. —Prensa Libre