Los jefes de las maras Salvatrucha, Borromeo Henríquez, alias El Diablito, y 18, Carlos Ernesto Mojica Lechuga, alias Viejo Lin, desmintieron ayer, en presencia del periodista Paolo Lüers, un comunicado que circula en las redes sociales y que aparece firmado por “voceros de las pandillas”.
En el documento se señala que mareros recluidos en distintos centros penales han recibido recados y llamadas en las que se les hacen ofrecimientos económicos de personas anónimas a cambio de “revertir el proceso de pacificación que estamos llevando a cabo”.
También consigna que a los convictos les han ofrecido jugosas comisiones por anexarse a cárteles de drogas mexicanos.
El manifiesto atribuido a las pandillas —que en marzo pasado acordaron una tregua, con la mediación de la Iglesia Católica y la colaboración del Gobierno— señala que también les han prometido beneficios si actúan de forma violenta contra activistas del FMLN en las próximas elecciones.
Para llevar a cabo estas últimas acciones, las personas que les han hecho las ofertas de dinero, de acuerdo con lo que reza el comunicado, piden ponerse en contacto con el periodista Paolo Lüers, a quien señalan como el organizador de la agitación política.
Pero Henríquez y Mojica, jefes de las dos pandillas que han acordado el pacto de no agresión, negaron ayer a través de un video, en presencia de Paolo Lüers, que el comunicado que ha sido difundido en Internet haya sido escrito por ellos o por los grupos que representan.
“Como representante de la MS (quiero decir) que (el comunicado) es completamente falso. No lo hemos dirigido las pandillas. Son quizás enemigos ocultos o declarados de este proceso que quieren dañar este proceso”, dijo el jefe de la 18.
En la misma línea, Mojica dijo: “Como vocero de la 18 queremos refutar y repudiar el comunicado en contra de Paolo Lüers”.
El periodista también desmintió los señalamientos en su contra y escribió en su cuenta de Twitter: “Ahora se inventan hasta un comunicado de las pandillas para desprestigiarme. ¿Qué hago que les duela tanto? Parece que andan mal… Quieren echarme a los pandilleros encima, solo que no les funcionará”.
En marzo de 2012, los cabecillas de las pandillas, quienes se encuentran en prisión, acordaron un pacto de no agresión entre ellos, con la mediación de monseñor Fabio Colindres, Obispo de la Fuerza Armada y la Policía (castrense), y el exdiputado del FMLN, Raúl Mijango.
El esfuerzo ha contado incluso con la bendición del Nuncio Apostólico (embajador del Papa), monseñor Luigi Pezzutto.
A cambio de reducir los índices de homicidios en el país, el Gobierno ha accedido a conceder a los pandilleros recluidos una serie de beneficios.
Meses atrás, los pandilleros aceptaron declarar los municipios más violentos como zonas de paz, donde ellos se comprometen a dejar de delinquir.