LA UNIÓN. El ordenamiento de la cabecera unionense inicia en febrero, al menos, es el mensaje que el alcalde Ezequiel Milla está enviando a los vendedores que se ubican en las calles del centro de la ciudad puerto.
Ese plan de ordenamiento está en espera desde 2011, luego que el anterior concejo edilicio dirigido por Osmar Cruz lo inició, pero sin mayor éxito. De hecho, lo dejó en abandono.
Como muestra, el lunes anterior, un aproximado de siete vendedores ambulantes que estaban ubicados en la 1a. Calle Poniente del barrio El Centro en la cabecera, fueron desalojados por la Policía Municipal.
Sin embargo, ayer retornaron a sus puestos conscientes que el 1 de febrero ya no podrán estar en ese lugar.
Según el edil Milla, La Unión será una ciudad ordenada a partir de febrero.
Agrega que la única alternativa para establecer ventas que dará a los vendedores informales, es el mercado.
“Esto es solo un aviso para los vendedores que iniciaremos con el reordenamiento”, aseveró Milla tras el desalojo del lunes anterior.
Algunos pobladores como Ana Gloria Pineda dicen estar de acuerdo con el reordenamiento de las calles, algo que esperan desde hace muchos años.
“Las aceras están ocupadas y los peatones no podemos pasar, creo que la alcaldía debe empezar con el reordenamiento y ubicar esta gente dentro del mercado”, detalló la mujer.
Lorena Solórzano es la secretaria de la directiva de los vendedores ubicados en la calle San Carlos.
Ellos forman parte de los 50 vendedores que fueron desalojados de la avenida general Cabañas durante la administración del exalcalde Osmar Cruz, en febrero de 2011.
Solórzano dice que hasta el momento nadie de la alcaldía les ha informado del proceso de reubicación o que parte del mercado les asignarían.
“De reubicarnos tienen que abrir esos puestos de cortina que están ubicados en la segunda planta, los de la orilla todo el tiempo están siendo ocupados como bodegas”, dijo la comerciante en torno a los puestos del mercado que son ocupados como bodegas.
Sobre ese tema, el edil Milla dijo que hasta el lunes tenían censados 109 puestos dentro del edificio del mercado municipal.
Esos puestos están desocupados, cerrados o sirven como bodega, según la verificación que la alcaldía realizó días atrás.
Solo esperan que finalicen los contratos con los arrendatarios para reasignarlos a los vendedores que serán desalojados de las calles y reubicados en la central de abastos.
Milla dijo que no todos los vendedores de la calle lograrán ser ubicados en el interior del mercado, porque el espacio o locales disponibles no son suficientes.
Es ahí donde se realizarán reuniones con todos los comerciantes involucrados en el desalojo para consensusar qué calles o avenidas serán ocupadas sin afectar el ornato de la ciudad.
“Despejaremos las principales calles de la ciudad, tienen que estar libres las aceras para los peatones y evitar que sean atropellados por los vehículos”, explicó el edil.
La población asegura que ya es tiempo que la ciudad tenga orden y apoya el que la comuna impulse la reubicación de las ventas.
Pero muchos piensan que trasladar las ventas a otras vías, será afectar a más personas. “Mejor que busquen predios”, indicó una vecina.