Ventas molestan a usuarios de buses

El comercio informal en el transporte público causa dificultadesEl comercio informal en el transporte público causa dificultades

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La ruta 51 es una de las más afectadas con este tipo de actividad. Los vendedores hacen uso de las unidades con el permiso de los motoristas. Foto EDH / Milton jaco

Por Milton Jaco comunidades@eldiariodehoy.com

2013-01-19 8:00:00

SANTA ANA. Las diferentes rutas de buses se han visto invadidas en los últimos años por vendedores de todo tipo de artículos. Dulces, galletas, chocolates, cuadernos, libros y hasta cortaúñas son comercializados sin ningún tipo de problema al interior de los buses y microbuses que circulan por la ciudad.

Muchas personas catalogan esta actividad como una falta de respeto hacia los usuarios del transporte colectivo, debido a que en muchas ocasiones los vendedores no respetan la privacidad de las personas.

Uno de los pasajeros que no está de acuerdo con este tipo de actividad es Mayelo Solís, quien a diario viaja en la ruta 8 y manifiesta que en ocasiones, en la misma unidad se suben hasta cuatro vendedores al mismo tiempo.

“Hay veces que hay más vendedores que pasajeros en el bus. Es molesto cuando uno se sienta y ellos (vendedores), a ley quieren que uno les agarre la mercadería, porque si no se enojan”, dijo el afectado.

Algunos usuarios señalan a los motoristas de las diferentes rutas de buses como los principales responsables de este fenómeno, que para ellos es una problemática que ya está fuera de control.

“A veces los vendedores por tal de subirse rápido a vender hasta se pelean con uno para ver quién se sube primero. Eso me parece una falta de respeto porque uno paga por subirse y ellos no. Los motorista son quienes deberían de regular esto”, señaló el mismo Solís.

Por su cuenta, una de las vendedoras, María Aragón, manifestó que “hay personas que sí valoran lo que hacemos y saben reconocer que esto es un trabajo digno” .

La vendedora ambulante reveló que a veces han sido ellos (vendedores) quienes han sufrido maltrato al interior de los autobuses.

“Así como hay gente buena, hay personas que lo tratan a uno como si fuéramos animales y nos pasan pegando o diciendo cosas”, expresó la comerciante.

Los motoristas de la ruta 51 aseguran que por el momento no hay una orden específica que les prohíba la entrada al bus a los vendedores.