Desorden y condiciones insalubres en toda la terminal

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Varios puestos de venta de comida tienen condiciones antihigiénicas en sus alrededores. Fotos EDH / Marvin Recinos

Por Roberto Alas comunidades@eldiariodehoy.com

2013-01-29 12:00:00

Las condiciones en la que opera la terminal de buses son deplorables y van desde el desorden, insalubridad y polvo hasta el mal olor que emana de los baños públicos. Y es que la inversión de parte de los que explotan el inmueble no existe.

Es por esa razón que los vendedores que tienen puestos en el interior de la terminal dejaron de pagar a la administración, aseguró el representante de los comerciantes, Ever Hernández.

Una buena cantidad de puestos se dedica a la venta de comida, y aunque los que venden alimentos se esfuerzan por tener limpio sus lugares, los alrededores generan condiciones de riesgo para los clientes.

Los baños, por los que la administración cobra por uso, tampoco tienen la limpieza necesaria. En la mayor parte del inmueble se siente el mal olor, afectando a los usuarios que a diario viajan hacia el interior del país.

“En todo el lugar se siente el mal olor, el polvo también afecta”, dijo Carolina Esquivel, quien se disponía a abordar la Ruta 125 hacia Chalatenango.

Un nuevo mercado

Por su parte, la alcaldía de San Salvador tiene claro qué es lo que hará cuando logre recuperar el inmueble. Según dijo Celina Escolán, el concejo ha discutido que ahí construirá una plaza popular para albergar a vendedores.

Eso le ayudaría a liberar la presión que tiene el espacio público del Centro Histórico de San Salvador, el cual está atestado de ventas.

Junto a la construcción del mercado Hula Hula y el Libertad, la comuna podría abarcar el ordenamiento de la calle Rubén Darío.

Pero para ello, antes debe conseguir los recursos económicos que le permitan disponer para la construcción de un nuevo mercado como el que se visualiza en la terminal de oriente.

En todo caso, el proyecto tendría que ser a mediano plazo, puesto que los recursos de los que dispone por el momento son para el Hula Hula y el mercado Libertad.

Los vendedores que se encuentran en la terminal de oriente solo piden que se les tome en cuenta ya que, hasta ahora, el alcalde Norman Quijano “no nos ha querido escuchar”, aseguró Hernández.

Él dice que tiene dos alternativas: o quedarse en el que podría ser el nuevo mercado, o desplazarse a los lugares donde las rutas que viajan hacia el oriente y norte pongan la nueva terminal.