SAN MIGUEL. Casi cuatro meses han transcurrido desde que tres menores perecieron ahogados tras ser arrastrados por una correntada hacía un tragante en San Miguel.
Ocurrió en octubre pasado y luego del trágico suceso, técnicos del Ministerio de Obras Públicas verificaron y concluyeron que en el sector se requieren obras de mitigación para evitar una nueva tragedia.
La alcantarilla se encuentra en la intersección de la Avenida Roosevelt Norte y la 8a Calle Poniente.
Sergio Moto, jefe regional del MOP, explicó que tras la inspección, lo que se ha determinado es que en una parte del tragante colocarán unas placas de cemento y unas rejas metálicas.
Con ello pretenden facilitar que el agua lluvia sea absorbida sin problemas y que la basura que el agua arrastra no obstruya su paso.
Aunque se trata de una solución sencilla, las autoridades del municipio se “lanzaron la bola” como si se tratara de una “papa caliente”, tras el deceso de los tres niños.
Moto explicó que aunque es un trabajo menor el que se hará en esa zona aún tienen que hacer una formulación de las obras para luego pedir el financiamiento al MOP.
El trámite podría durar varios días, según lo dijeron las fuentes de la cartera estatal.
De hecho, esa propuesta no la conocía el ministro Gerson Martínez. Moto solo se la planteó de forma verbal.
El problema en la zona es que hasta ahí llegan las aguas que bajan desde la colonia Ciudad Pacífica y las cercanías del volcán Chaparrastique, lo que provoca inundaciones.
El tragante tiene décadas de estar descubierto y nunca nadie había sido arrastrado hasta él, sino hasta que cayeron los tres infantes en octubre de 2012.
Conmoción
La muerte de los hermanos Ricardo y Stefany Girón y de la prima de estos, Doris Hernández, conmocionó a los migueleños.
La Fiscalía General de la República presentó cargos en contra del conductor del taxi, quien pese a ver el peligro que significaba atravesar la correntada que en ese momento se registraba cruzó la vía y quedó atrapado junto a los pasajeros.
Los niños salieron del vehiculo y huyeron de la crecida.
Caminaron en dirección al tragante que los arrastró hasta el río Grande.
Actualmente el conductor de esa unidad sigue detenido por los tres homicidios culposos, luego de que se manifestara sin recursos para pagar los 10 mil dólares que pretendían los parientes por cada niño.
El Viceministerio de Transporte también ofreció acciones para evitar una desgracia similar, pero ellos se enfocaron en el control riguroso de los choferes de taxis.
Mientras que la gobernación solicitó a la Policía Nacional Civil (PNC) que cerraran el paso sobre esa arteria cada vez que lloviera, porque en la zona hay inundaciones aun con tormentas pequeñas.
Martínez, en cambio, insiste en que es necesaria la creación de “hombros” en la Avenida Roosevelt, para favorecer a los ciclistas y a los peatones y asegura que eso se realizará este año.
Muchos vecinos confían en que se tomen medidas definitivas para prevenir nuevas desgracias.