Libre sacerdote por muerte de pariente

Por conducción temeraria, el juez prohibió al párroco de la iglesia de San Julián ingerir bebidas alcohólicas durante un año

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El percance ocurrió en el kilómetro 38 de la carretera Litoral, cerca de playa San Blas. Foto EDH

Por Diana Escalante En Twitter: @dianabescalante

2013-01-16 6:55:00

El párroco de la iglesia San Juan Obispo, de San Julián, Sonsonate, Abel Castaneda Nieto, de 49 años, fue absuelto ayer por el Tribunal de Paz del Puerto de La Libertad por el delito de homicidio culposo (no intencional) en perjuicio de su sobrino Roberto Alejandro Polanco, de 32.

La víctima murió la noche del lunes pasado en un accidente vial provocado por Castaneda, quien, según admitió, manejaba bajo los efectos del alcohol un automotor. Una prueba de alcotest que le practicaron las autoridades corroboró dicha versión.

Fuentes del Ministerio Público confirmaron que el imputado fue liberado de cargos tras conocerse que llegó a un acuerdo económico con la esposa de la víctima. Sin embargo, no se detalló el monto ni el plazo que tendrá el religioso para entregar el dinero.

Las autoridades también le imputaban a Castaneda el delito de conducción temeraria tras conocerse que tenía 115 grados de alcohol en la sangre al momento del percance, lo que se califica como “embriaguez moderada”.

La oficina de comunicaciones de la Fiscalía aseguró que durante la audiencia el párroco aceptó que manejaba en estado de ebriedad. Por esta razón, el juez hizo una suspensión condicional del procedimiento y le prohibió ingerir bebidas alcohólicas y cambiar de domicilio durante un año.

Opiniones encontradas

La resolución del juez de Paz del Puerto de La Libertad en torno a este caso provocó ayer un sinfín de reacciones en las redes sociales.

Algunos feligreses que dijeron conocer la trayectoria del sacerdote y otros habitantes de San Julián celebraron que haya sido absuelto de responsabilidad y le externaron su “apoyo incondicional” a través de su cuenta de Facebook.

En contraste, otros ciudadanos criticaron la decisión del juez y lamentaron que el país carezca de leyes más duras para castigar estos delitos.

En el perfil de la red social, Castaneda manifiesto que su vida sacerdotal inició a los 20 años, al ingresar al seminario franciscano de Santiago de María, en Usulután, y luego a uno situado en Los Planes de Renderos, en San Salvador.

El sacerdote ha prestado servicio religioso en Guatemala, Nicaragua, Honduras, México y El Salvador, principalmente en Sonsonate.