Juan Antonio Tobar es cirujano general, con una especialidad en endocrinología, y de los pocos médicos de país que realizan operaciones de tiroides y glándula del timo; pese a que operaba sin cobrar en el hospital Rosales, desde el 17 de abril el director del nosocomio giró instrucciones para que no le fueran programadas cirugías, ni se le permitiera la atención a pacientes en la Consulta Externa, alegando que Tobar estaba destinado a atender solo el área de Úlceras y Heridas.
Tobar, miembro del sindicato de médicos de Rosales y quien tiene plaza en ese sanatorio, opina que es contradictorio que en un hospital público, donde la demanda de cirugías es alta, más que todo las de mucha complejidad como las que se realizan a los pacientes con cáncer, no se le permita a un médico especializado que pueda realizar este tipo de operaciones urgentes para la población.
Hasta el momento son al menos cinco pacientes pendientes de cirugía de glándula Timo y 15 personas en espera de una cirugía de paratiroides, las que se encuentran en espera de una operación, donde solo existe un especialista en esa misma área, el cual recientemente se recibió de esa misma especialidad y fue su alumno, comentó Tobar.
Burocracia hospitalaria, la cruz de los enfermos de cáncer
Maritza Gutiérrez, fue diagnosticada con leucemia a los 14 años, antes de poder recibir el tratamiento pasó un calvario de burocracia y falta de interés por encontrar un diagnóstico certero en hospitales públicos y privados del interior del país.
Además son entre 12 y 16 pacientes que el atendía en la Consulta Externa, a quienes ahora ya no les puede dar seguimiento debido a la orden de la dirección.
“Nunca me han dado una explicación de porqué me retiraron de atender la Consulta Externa, porque ahí se tiran la pelota que porque el doctor (…) no me programó, que porque la doctora (…) no me puso en la lista, en realidad lo hicieron de una forma más indirecta para ir buscando excusas, pero que nadie se comprometiera de una manera clara”, opinó Tobar.
El médico explicó que tiene más de 28 años de trabajar en el Rosales y la misma cantidad de años de realizar cirugías, ya que desde 1988, cuando comenzó a trabajar en ese nosocomio, lo hizo en el área de cirugías y durante muchos años ha realizado operaciones de alta complejidad principalmente de tipo endocrina, como de tiroides, paratiroides, suprarrenales, páncreas.
“También le doy apoyo a áreas como la neurología donde los ayudo con timectomías, donde se extirpa la glándula del timo; le doy apoyo a hematooncología con cirugía de cuello, y le doy apoyo a nefrología con cirugías de paratiroidectomía, que son las que se hacen en las glándulas paratiroides a los pacientes nefrópatas”, indicó Tobar.
Cada semana realizaba dos cirugías programadas o más dependiendo de la necesidad, dijo el galeno, lo cual era un esfuerzo extra.
Tobar manifiesta que a partir del 1° de abril de 2015 fue reasignado a la clínica de Úlceras y Heridas, pero siempre tenía programadas cirugías y consulta externa, un trabajo que realizaba Ad honorem.
Médicos piden mejores servicios antes que un nuevo hospital
El préstamo de $ 170 millones será destinado para edificar el hospital Rosales y otro en Nejapa. El sindicato cuestionan que infraestructura no disminuirá la falta de insumos y fármacos.
Según una carta que mostró el galeno, el director de ese hospital emitió una orden a la jefatura del departamento de cirugía, y a la jefatura de anestesia y sala de operaciones, para que a partir del 17 de abril pasado no le sean programadas ni cirugías, ni consulta externa, ya que “está asignado exclusivamente a la Clínica de Úlceras y Heridas”, se lee en el documento.
En otra carta dirigida al médico, la jefatura de servicio 4° Cirugía Hombres y 4° Cirugía Mujeres, le explica que el 19 de abril del 2018, a las 11:35 a.m., recibió la orden de no programarle cirugías por estar asignado al área de “Clínica de Úlceras y Heridas”, por lo tanto se vería en la obligación de seguir la orden, mientras realizaba las gestiones para revocar la orden.
Suspendido de emergencias
Otro antecedente de dificultades de Tobar con el director de ese hospital, fue que desde el 16 de abril de 1994, hasta el 1° de abril 2015 tuvo a su cargo la jefatura de la Emergencia del hospital Rosales, hasta que el director lo destituyera del cargo manifestándole que era por pérdida de confianza, cuenta el cirujano.
Tobar explicó que la destitución del cargo fue de manera ilegal, y solo le comunicó a través de un documento que fue por falta de confianza, y lo transfirió para la clínica de Úlceras y Heridas, en esa área del hospital atiende entre 25 a 30 pacientes a quienes les da atención de úlceras de cadera, de piernas, venosas, pie diabético, entre otras.
“En esta área ni siquiera hay residentes, sino que yo solo comparto el trabajo con dos internos que me da la facultad de medicina, ahí se puede ver que la complejidad en esa área es tan mínima. Yo solo soy un agregado de la clínica de úlceras y heridas, ni siquiera soy el jefe porque no tengo subalternos, porque los internos son estudiantes, y yo les califico su trabajo”, dijo Tobar.
El galeno comentó que la jefatura no es un cargo de confianza, sino de concurso, ya que para poder llegar a ser jefe de esa área tuvo que pasar por un proceso de exámenes además de presentar documentación y su currículum. “En el documento decía que por pérdida de confianza se me transfería, en carácter Ad honorem, a partir del 1° de abril de 2015, a la clínica de úlceras y heridas. Cuando es así no se le llama de confianza, confianza es cuando yo le digo a un amigo que me ayude en esa jefatura, pero no, pero yo la gané por concurso”, expresó Tobar.
Se solicitó la postura del director del hospital Rosales, Mauricio Ventura; a través de la oficina de Relaciones Públicas informó que daría entrevista el miércoles 23 de mayo.