El actual concejal de la alcaldía de San Salvador por el Partido Salvadoreño Progresista (PSP), Rodolfo Armando Pérez Valladares, aceptó ante el Tribunal Segundo de Sentencia que acosó sexualmente a su ex asistente en 2015, y bajo esa declaración, el tribunal ordenó una suspensión condicionada del proceso; es decir que durante tres años, el funcionario tendrá que cumplir una serie de reglas de conducta y someterse a tratamiento psicológico para evitar que reincida en acoso a otras víctimas.
Ambas medidas serán supervisadas por un juzgado de vigilancia penitenciaria, y de no cumplirlas, el proceso volverá a abrirse.
De acuerdo con la denuncia de la víctima, a inicios de julio de 2015 comenzó a trabajar como asistente de Pérez Valladares, pero tres días después de iniciar sus labores éste le preguntó si le gustaban los militares o los hombres mayores.
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Según la Fiscalía, Rodolfo Armando Pérez Valladares habría ofendido a la víctima con frases despectivas cuando esta fue su empleada.
Semanas después, el acoso siguió, cuando el también secretario general del PSP, le hizo comentarios obscenos. Además, le dijo que a él le gustaba tener esposa y una amante, y la invitó a salir. La víctima se negó.
Según el informe, el concejal le preguntaba a la víctima qué tipo de ropa interior usaba e incluso le ofreció cinco mil dólares para tener una fantasía sexual.
En septiembre de ese año, la victima contó a la Fiscalía que luego de salir de una reunión de la alcaldía capitalina con Pérez Valladares, éste le hizo otros comentarios obscenos mientras iban dentro de un vehículo en medio del tráfico. Al negarse a sus insinuaciones, al día siguiente el concejal se reunió con ella, y le dijo que no servía estudiar, que solo habían dos formas de ascender en el trabajo, y una de ellas era “tener cuello”.
Foto/ Facebook
“Son conductas que se dan dentro de un ámbito laboral, como pudo haber sido sometida esta víctima, puede haber otras víctimas. Entonces, hay que sanear lo que está viciado”, señaló una de las fiscales del caso, quien confirmó que debido a la reincidencia del acoso sexual, la víctima tuvo que renunciar a su empleo.
Después de la resolución, se intentó conocer la versión del imputado, pero evadió las preguntas del periodista al justificar que el proceso tenía reserva y no podía dar declaraciones.