Compra de armas, compra y venta de droga, extorsiones y homicidios han sido de las principales actividades delictivas que se atribuyen a la mara Salvatrucha (MS-13) a lo largo de cinco semanas del juicio de la Operación Jaque.
Uno de los testigos de la Unidad Especializada Antinarcotráfico de la Fiscalía contó sobre el robo de más de 7,000 dólares que esa pandilla perpetró en una caja de crédito de Sonsonate.
De acuerdo con el testigo, el hecho ocurrió en noviembre de 2016, cuando tres sujetos ingresaron a la agencia después de golpear y atar al vigilante. “A punta de pistola amenazaron a la cajera para que les entregara la llave de la caja fuerte y así sacaron todo el dinero”, manifestó el testigo durante el juicio.
Otro de los testigos narró cómo la pandilla asesinó a su esposo y a su hija en San Antonio del Monte de la referida ciudad. El hecho ocurrió en diciembre de 2012.
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De acuerdo con la testigo, el doble homicidio sucedió cuando regresaban de su negocio. Las víctimas fueron identificadas como Karla Patricia Ramos y William Stanley Ramírez.
Para el Ministerio Público los testimonios de las personas ofendidas vienen a “robustecer” la prueba contra los 87 imputados, a quienes se les acusa por tráfico ilícito de drogas, homicidio, extorsiones, lavado de dinero y organizaciones terroristas, entre otros delitos.
“Los testigos son personas que tienen calidad de ofendidos de privaciones de libertad y otros delitos relacionados con la pandilla San Cocos de la MS”, manifestó el fiscal del caso.
Este viernes la Unidad de Antinarcotráfico terminará con la prueba testimonial para dar paso, en horas de la tarde, a los testimonios ofertados por la Unidad de Lavado de Dinero. Para la próxima semana se escucharán los audios de intervenciones a las conversaciones telefónicas de imputados. La FGR ha determinado que esta estructura de la mara ordenó cometer más de un centenar de asesinatos.
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