Papá Chamba, el bataneco de 101 años

El municipio de San Sebastián está a la víspera de celebrar su centenario el próximo 30 de abril.

descripción de la imagen
San Salvador.-11042018.- San Sebastian en el Departamento de San Vicente cumplir· 100 aÒos de ser ciudad y esa localidad se prepara para celebrarlo con diversas actividades. Foto edh por Mauricio C·ceres

Por William Santos

2018-04-22 5:46:28

SAN VICENTE. Entre sonrisas espontáneas y ojos brillosos, Salvador Rivas, de 101 años, es el bataneco más longevo del municipio de San Sebastián, en San Vicente. Él sigue siendo un hombre fuerte, que disfruta de los pequeños detalles de la vida.

Papá Chamba, como cariñosamente le llaman sus familiares, nació el 1 de noviembre de 1916. Durante su vida, trabajó como jornalero, agricultor y albañil, pero uno de sus dotes más fuertes era ser el sobador del pueblo.

“Una vez lo llevaron a la casa de la cultura para que hiciera el reconocimiento del sistema óseo, hay partes del cuerpo que él las dice en su idioma (por ejemplo le llama taba a la rodilla), a lo cual los médicos quedaron impresionados”, dijo Marlon Urbina, bisnieto de Salvador.

 

Vea:

Alguien le aconsejó suicidarse, Jorge decidió vivir

Jorge Castro nació con malformaciones y coraje para aferrarse a la vida. Su madre, cuando lo vio al nacer, se desmayó. Ahora, él es el hijo amoroso que cuida de ella.

Salvador era muy buscado por sus vecinos, quienes confiaban en que les ayudaría a curar sus problemas físicos. Hasta hace un año y medio dejó su ocupación de sobador, debido al Alzheimer.

Cabeza de hogar, papá Chamba se casó solo una vez, fue con María Santiaga Martínez, quien murió el 9 de septiembre de 1999. Hasta la fecha solo tiene a dos hijas con vida, una de ellas lo cuida y la otra lo visita recurrentemente.

Al preguntarle ¿cuál es el secreto de papá Chamba para llegar a esa edad?, responde que todo se basa en la alimentación. “Antes todo era más saludable, yo le atribuyo los años de vida y el que esté así de fuerte a la buena alimentación”, dijo. También agregó que entre las tradiciones y creencias de papá Chamba está el “movimiento lunar”.

“Para muchos es cualquier cosa pero para mí no es extraño. Ellos no se bañaban en tiempo de movimiento lunar y tampoco tenían relaciones”, explicó el bisnieto. Uno de los pasatiempos de papá Chamba era la pesca, que además de disfrutar haciéndolo podía llevar alimento a su hogar.

Vea:

David Díaz, 101 años de experiencia, historia y humildad

El habitante más anciano del municipio de La laguna, Chalatenango, dedicó gran parte de su vida a vender sorbetes artesanales. Ahora pasa postrado y solo se levanta de la cama con la ayuda de su familia.

Urbina describió a su bisabuelo como uno de los hombres más fuertes de San Sebastián y que siempre ha sido muy respetado por la comunidad por su larga trayectoria y fuerte corazón.

Además agregó que su familia se siente muy orgullosa de él y que es una bendición el poder seguir disfrutando de su compañía.