“No llorés, este niño tiene una mirada fuerte. Va a ser tu bastón”

Jorge Castro se convirtió en el sostén económico de su madre, trabaja como carpintero, pese a sus limitantes físicas.

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El carpintero vive junto a su madre en la colonia Los Ausoles, cantón El Barro, de Ahuachapán. Foto/ Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2018-04-18 6:35:14

AHUACHAPÁN. El presagio que hizo una anciana que lavaba en un río de Jujutla, cuando vio llorar a Rhina Arévalo Vásquez, se ha hecho realidad décadas después.

Rhina llegó al río para llevar agua para los oficios domésticos y como se le había vuelto costumbre, lloraba por el estado físico de su hijo, para entonces de catorce meses.

La anciana se le acercó y le preguntó porqué lloraba, la joven madre reaccionó mostrándole a pequeño hijo.

Jorge Alberto Castro Vásquez, de 60 años, tiene discapacidad física pero eso no lo detiene para trabajar y salir adelante. Foto/ Cristian Díaz

“No llorés, este niño tiene una mirada fuerte. Va a ser tu bastón”, presagió la anciana, acto seguido desapareció entre los árboles del lugar.

Rhina quedó en ese momento incrédula de las palabras, las cuales recuerda, ahora en su vejez, con tanta claridad porque se convirtieron en realidad.

Jorge, quien tiene 60 años, se ha convertido en el sostén económico de su madre, Rhina, y quien le provee de la alimentación diaria; ellos viven a más de cien metros de distancia entre sí.

 

 

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Jorge Castro, un ejemplo de tenacidad para enfrentar la vida

Jorge Alberto Castro Vásquez, de 60 años, tiene discapacidad física en sus manos y piernas pero eso no es obstáculo para ganarse la vida elaborando instrumentos musicales. El oficio de la carpintería lo aprendió de manera autodidacta cuando tenía dieciséis años de edad.

Víctor Manuel Castro Aguirre, el padre de Jorge, antes de morir a causa de un derrame cerebral en el 2005, le dijo a su hijo que le dejaba su herencia para que se la cuidara, en referencia a su madre. Ella ha enfrentado tres derrames cerebrales en el último año.

“Él es mi bastón; por eso platico con Dios y le digo ‘gracias Papito’”, dice la anciana madre.

Jorge paga desde hace cinco años la construcción de su casa, que estuvo a cargo de una organización no gubernamental. Aún le faltan ocho años de pagos.

Los veinte dólares que cancela mensualmente los reúne de su trabajo en la carpintería.

Hace dos meses, Jorge se integró al Foro Cultural Ahuachapaneco, que es una iniciativa ciudadana que busca rescatar la cultura del departamento.

Uno de sus miembros, Pedro Renato Hernández Rincán, calificó de impactante haber conocido a Jorge por la tenacidad que tiene y su deseo de salir adelante.

“Es una persona luchadora, diferente a las demás personas que cuentan con estas limitaciones. Es emprendedora, laboriosa, que pese a las limitaciones económicas que él tiene, se rebusca para hacer cualquier tipo de trabajito para irla pasando. Es digno de ayudarle”, opinó.

Un serrucho, un cepillo y una pulidora manual, con las que apenas elabora una guitarra cada cinco días.