Vigilia Pascual, la victoria de la luz sobre la oscuridad

El Sábado Santo se realiza la Vigilia Pascual, una noche para meditar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

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Por Violeta Rivas

2018-03-30 8:14:11

El Sábado Santo se celebra la Vigilia Pascual, el momento más importante de todo el año litúrgico para los católicos, porque es en el que se recuerda el misterio de la salvación.

La vigilia del Sábado Santo está dividida en cuatro partes: la primera es el rito de la luz o “Lucernario”, donde fuera del templo se hace una bendición del fuego y se enciende el Cirio Pascual, a la vez se entonan cantos donde se menciona que Cristo es la Luz del mundo y se entra al templo con el cirio encendido; este rito finaliza con el canto del Pregón Pascual.

Dicho canto recuerda a los católicos que los pecados cometidos han merecido que Dios haya enviado a su Hijo para morir en la cruz para dar la salvación.

La segunda parte es la Liturgia de la Palabra, donde se hace un recorrido por la historia de la salvación del mundo y cómo Dios está presente siempre, tanto en la historia del pueblo de Israel como en la historia de la Iglesia Católica, explicó el padre Fernando Villalobos, vicario de Catedral Metropolitana de San Salvador.

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Fieles católicos participan en el Santo Entierro

El recorrido del Santo Entierro recuerda el momento en que el cuerpo de Jesús es llevado al sepulcro, a la espera de su resurrección al tercer día.

La tercera parte es la Renovación de las Promesas Bautismales, ya que “con el bautismo nos volvemos hijos adoptivos del Señor, donde celebramos la resurrección del Señor y volvemos a profesar nuestro ser hijos de Dios”, comenta Villalobos.

En este momento todos los presentes encienden una vela y profesan la fe, renuncian a Satanás y confirman su creencia en Dios.

La última parte de la vigilia es la Liturgia Eucarística, donde Cristo se hace presente al ofrecer el pan y el vino que se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesús.

“Todas las misas que se celebran a lo largo del año tienen su unión a la Vigilia Pascual, ya que es el recuerdo de nuestra unión a Cristo y cómo el Señor se vuelve el centro y culmen de toda nuestra Iglesia”, explica el sacerdote.

Villalobos comentó que la vigilia recuerda a los católicos que Jesús vino al mundo para morir por nosotros, que resucitará a los tres días para de esta manera otorgarle a los cristianos la salvación.

“Este tiempo de Cuaresma nos ayuda a prepararnos para vivir con fe esta noche con el Señor, porque es la vigilia de vigilias, la fiesta más grande donde nos acercamos a lo que vivió Jesucristo por nosotros”, dice el sacerdote.

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Las coloridas alfombras del Viernes Santo

Imágenes de las tradicionales alfombras que los feligreses salvadoreños realizan para la Semana Santa. Figuras religiosas, textos bíblicos fueron plasmados en las calles de El Salvador.

Por su parte, el fray Henry González, párroco de la iglesia de la Virgen de Fátima, en Planes de Renderos, San Salvador, cuenta que durante la vigilia se leen nueve lecturas de la Sagrada Biblia y al final, de la noche, se canta el Gloria, donde comienzan a sonar las campanas de las iglesias, lo cual representa el momento donde se celebra la resurrección de Jesús.

“El día sábado es para la meditación, para por la noche hacer la bendición del nuevo fuego en la gran Vigilia Pascual. Toda la semana y toda la Cuaresma están en vistas a este momento precioso, a esta solemnidad de Cristo resucitado, como dijo el apóstol San Pablo: ‘si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe’”, explicó González.

El sacerdote sostuvo que la Vigilia Pascual indica que es momento de fundamentar el compromiso de asumir nuestra fe para la vida cotidiana, lo que hace vivir la vigilia a los católicos como un acontecimiento en el que Jesús, que murió en la cruz, ha sido levantado de entre los muertos para nuestra salvación.

“En ese momento, con Cristo, nosotros morimos a nuestros pecados, a nuestra maldad, a nuestra soberbia, porque en la Cruz del Calvario han sido colgados la miseria y la injusticia del hombre, pues Dios da la razón en Jesús y, si con Cristo morimos, con Cristo resucitamos ese día”, dice Fray Henry.