Dos pandillas tienen el control en Mejicanos

En enero de 2016, la delegación policial de Mejicanos fue convertida en subdelegación, subordinada a la delegación de Ciudad Delgado. De tener centenares de policías pasó a tener como fuerza efectiva diaria, solo 18 elementos con únicamente tres vehículos funcionando.

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Foto referencia/ EDH

Por Jorge Beltrán

2018-03-26 9:50:00

El 15 de julio de 2015, a quienes viven en el municipio de Ciudad Delgado se les infundió una nueva esperanza contra la violencia: el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC) el Plan El Salvador Seguro (PESS). Ese municipio se convirtió en el primero en el que sería materializado ese plan para combatir y prevenir la delincuencia.

Ciudad Delgado cerró el 2015 con 178 homicidios en su territorio, de los cuales 108 víctimas eran residentes de ese municipio. Ese municipio encajó tal cantidad de muertes violentas a pesar de que, a partir del lanzamiento del PESS, es decir, del 15 de julio en adelante, según anunciaron funcionarios, fueron implementadas medidas específicas de corto y mediano alcance contra la violencia.

Lo que no se dijo aquel día que lanzaron el PESS en Ciudad Delgado, fue que meses después, un municipio vecino sufriría un golpe en su seguridad ciudadana. Ese municipio, según fuentes policiales de alto nivel, sería Mejicanos.

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Las autoridades detallan que las pandillas se aprovechan de negocios fachada e informales para invertir el dinero que obtienen de las extorsiones y la venta de drogas.

Seis meses después, las cifras de homicidios que registraban Ciudad Delgado y Mejicanos se invirtieron; es decir, por un lado lograron bajar unos cuantos homicidios en el primero, pero en el otro aumentaron.

Y hasta hoy, según los informantes, Mejicanos continúa sufriendo un desmedro en su seguridad, por una decisión que algunas fuentes policiales consideran que fue de tipo político, aunque ambos municipios están gobernados por el partido FMLN.

¿En qué consistió el descalabro en la seguridad de Mejicanos? Al subordinar esa delegación a la de Ciudad Delgado, para potenciar la seguridad en este último municipio, no solo fue una simple fusión o subordinación, también implicó una disminución de recursos para Mejicanos, tanto en personal como en vehículos.

Y las cifras de homicidio se invirtieron

Por ejemplo, en 2015, Ciudad Delgado registró 178 asesinatos, en tanto que en Mejicanos hubo 171. Al siguiente año, ya implementado el Plan El Salvador Seguro en Ciudad Delgado, en este municipio mataron a 113 personas, pero en Mejicanos asesinaron a 132. Para ese año, ya la policía de Mejicanos dependía de la delegación de Ciudad Delgado.

Al año siguiente, 2017, en Ciudad Delgado mataron a 74 personas y en Mejicanos a 94, según registros de la misma Policía Nacional Civil (PNC).

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Según el requerimiento fiscal, el hombre había accedido colaborar con la pandilla porque tenía a dos familiares vinculados a esta.

A pesar de que en 2016, en Mejicanos también fue lanzado el PESS, la violencia no ha amainado. Por el contrario, continúa dejándose sentir a fuerza de homicidios; estos ocurren con harta frecuencia.

Las estadísticas policiales indican que en los primeros dos meses de 2018, casi cada dos días asesinaron a una persona en ese municipio. Del 1 de enero al 26 de febrero, en Mejicanos fueron asesinadas 27 personas.

Y la policía parece incapaz de prevenir los asesinatos en ese municipio, que en su mayor parte son cometidos en zonas urbanizadas, por ser éste un municipio eminentemente urbano, con poco territorio rural.

Una de las últimas víctimas fue Franklin Javier N., de 16 años, un estudiante de segundo año de bachillerato del Centro Escolar República de Japón, en el centro de Mejicanos. El joven residía en una zona del municipio de Cuscatancingo donde hay presencia de la Mara Salvatrucha (MS-13); el sector donde fue acribillado al momento que salía de clases es dominado por la pandilla 18 Revolucionaria.

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Antes de que la PNC en Mejicanos fuera degradada a subdelegación, la Unidad de Emergencias 911 de ese municipio solo cubría dos municipios: Mejicanos y Ayutuxtepeque, ambos con la mayor parte de su territorio urbanizado.

Pero a principios de 2016, la misma Unidad 911, con los mismos recursos, personal y material, fue obligada a cubrir otros dos municipios: Ciudad Delgado y Cuscatancingo.

Ciudad Delgado es un municipio que la mayor parte de su territorio es rural. “Si usted observa bien, Ciudad Delgado es un municipio cuya área urbana casi que es solo un puñado de casas paralelas a lo largo de la avenida Juan Bertis; lo demás es puro territorio rural”, afirma una fuente policial.

De acuerdo con las fuentes policiales entrevistadas para este reportaje, al ser degradada la delegación policial de Mejicanos a subdelegación, buena parte de sus recursos (personal y vehículos) fueron trasladados hacia la delegación de Ciudad Delgado.

Las fuentes citan como ejemplo que en cuanto a recurso humano, en Mejicanos solo quedó un 35 o 40 por ciento de personal. Y paulatinamente también le fueron quitando vehículos, a tal punto que, hasta finales de febrero, las fuentes señalaban que la subdelegación como tal solo tenía un vehículo en condiciones para ocuparlo en tareas administrativas (trasladar reos, llevar documentos a un tribunal o a otra dependencia policial) y salir a patrullar.

A lo anterior hay que agregarle que la Unidad de Emergencias 911 solo cuenta con dos pick up policiales funcionando, por lo que el patrullaje se reduce a lo mínimo, lo cual podría estar siendo aprovechado por la delincuencia que del 1 de enero al 26 de febrero había ocasionado 27 homicidios en Mejicanos y 14 más en el municipio de Ayutuxtepeque.

Señalan las fuentes que la incontenible ola de homicidios que ha sufrido Mejicanos en los últimos dos años, podría deberse a que no hay mucho patrullaje preventivo por la escasez de personal y de vehículos.

Y 2018 no pinta mejor para ese municipio. En los primeros dos meses, en cuanto a cantidad de homicidios, Mejicanos estaba solo por debajo de San Salvador, donde del 1 de enero al 26 de febrero fueron cometidos 37 asesinatos.

 

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Y para Ayutuxtepeque, el panorama de muertes violentas pinta peor que para Mejicanos, porque en solo dos meses de 2018 ha registrado 14 casos, es decir, más de la mitad de todos los homicidios cometidos en todo 2017, que fueron 27.

De acuerdo con los informantes policiales, los puntos rojos de Ayutuxtepeque lo constituyen la urbanización Santísima Trinidad y el cantón Los Llanitos. Esto se debe principalmente, porque el primero es un bastión de pandilleros, mientras que el segundo, porque es donde más homicidios se registra.

Reportes periodísticos del 1 de enero del 2014 hasta febrero de este año dan cuenta de que al menos 20 personas murieron de forma violenta en las colonias y lotificaciones de Los Llanitos.

En cuanto a personal policial, las fuentes aseguran que la fuerza efectiva, es decir, quienes están de servicio, tanto para Mejicanos como para Ayutuxtepeque, solo la integran siete personas de la Unidad de Emergencias 911 más un equipo de tres de la subdelegación.

Los siete miembros del 911 permanecen 24 horas en turno porque el equipo (de tres integrantes) de la subdelegación solo patrulla de 8:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche. Y solo Mejicanos tiene una población de aproximadamente 250 mil habitantes, según cifras proporcionadas por empleados municipales.

A esos 10 agentes se le suma dos policías que son encargados de patrullar el cantón San Roque, otros dos que patrullan Ayutuxtepeque, dos más en el cantón San Ramón y dos en la colonia Montreal. Estos ocho policías realizan patrullaje a pie estrictamente en su zona asignada.

Las fuentes indican que antes de 2016, en la delegación de Mejicanos había unos 400 agentes policiales asignados; pero en la disminución de personal también influyó que muchos de esos elementos fueron llamados para formar la Fuerza Especializada de Reacción El Salvador (FES).

Antes de enero de 2018, la cúpula policial había prometido que de la promoción 117, que fue juramentada el pasado 30 de enero, enviarían unos cuantos policías a la Unidad de Emergencias 911 de Mejicanos; sin embargo, un mes después, esa promesa no había sido cumplida. “De la graduación de enero, la promoción 117, no mandaron ni uno”, aseguró un policía.

 

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Paradójicamente, a nivel de delegación, hay una gran cantidad de investigadores, aseguran las fuentes: 63 en total, quienes tienen su oficina en Ayutuxtepeque.

Y es que ser investigador en la PNC es una buena ganga si se compara con las condiciones de trabajo de los asignados a la división de seguridad pública. Por ejemplo, dicen las fuentes, éstos últimos reciben $110.00 en concepto de compensación por el “régimen de disponibilidad” (acuartelamiento), con lo cual supuestamente les compensan los gastos de alimentación por trabajar seis días continuos y descansar tres.

Mientras que a un investigador le dan $170.00 y trabaja solo de lunes a viernes. Además, tienen a su disposición una gran cantidad de vehículos para hacer su trabajo.

Lo anterior impulsa a muchos policías a inscribirse en cursos de investigación cuando hay convocatorias para ello.
Ese es otro factor que ha menguado la cantidad de policías en la subdelegación de Mejicanos, señalan las fuentes.

“Los patrullajes en Mejicanos y Ayutuxtepeque son mínimos”, refiere una de las fuentes, atribuyendo a ello la gran cantidad de homicidios cometidos por miembros de pandillas en los últimos dos años y que amenaza con elevar las cifras para este año.

Correlación de fuerzas: policías y pandilleros
En Mejicanos y Ayutuxtepeque la predominación de la Pandilla 18 Revolucionaria es muy alta. Las fuentes policiales indican que en ambos municipios, por cada 100 miembros de la 18 que hay, la Mara Salvatrucha (MS-13) solo tiene 20. Y los territorios que controla esta última organización criminal son muy pocos y pequeños.

Aproximadamente, en ambos municipios la cantidad de pandilleros de la 18, debidamente identificados como tales, oscila entre los 400 y 450, siendo el principal bastión territorial la residencial Santísima Trinidad, donde las fuentes calculan que permanecen no menos de 200 pandilleros.

Mientras que por parte de la MS-13, las fuentes consideran que podría haber entre 100 y 140 miembros repartidos en los municipios de Mejicanos y Ayutuxtepeque.


¿Quién controla los ilícitos más rentables?
Los informantes policiales aseguran que esta última organización criminal, a pesar de tener poco territorio y menos miembros con relación a la pandilla 18, es la que controla la venta de droga en Mejicanos; en el área urbana, sus territorios más conocidos son la comunidad Raúl Rivas y el Centro Urbano José Simeón Cañas, ambos muy cercanos al hospital nacional Zacamil.

En la zona rural, los bastiones de la MS-13, son el cantón Los Llanitos, la Finca Argentina, la colonia Montreal y la finca San Miguel. En estos lugares, los delincuentes disponen de aproximadamente cuatro fusiles, mientras que en la zona urbana solo tienen armas cortas (revólveres y pistolas).

Esta misma organización criminal mantiene varios corredores de drogas. Uno de esos es la calle Zacamil, donde en los últimos meses han destruido tres veces la cámara de vigilancia que está justo frente a la entrada del Hospital Nacional Zacamil. Y han destruido otras tres que están en la misma calle.

Otros corredores de drogas son la calle conocida como El Tobogán, la Calle al Volcán, la Diagonal Arturo Romero y la Avenida José Matías Delgado, así como la Avenida Washington, específicamente en el sector del Centro Escolar Miguel Pinto; aunque esa última avenida ya pertenece al municipio de San Salvador, es un lugar en el que la disputa por el control de ese corredor ha derivado en balaceras y varios homicidios. En ese sector, el negocio también es de la MS de Mejicanos.

De hecho, en esas calles y avenidas que son ocupadas por las pandillas para trasladar o comercializar drogas, es donde más homicidios se han registrado en los últimos cuatro años, según reportes periodísticos. En la calle Zacamil, por ejemplo, del 1 de enero de 2014 al 26 de febrero de 2018, mataron a por lo menos 16 personas a lo largo de esa arteria.

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Es Innegociable el pago de extorsión
Pero si la MS-13 maneja el “negocio” de las drogas en Mejicanos, la extorsión es casi un “monopolio” de la 18 Revolucionaria.

De acuerdo con las fuentes policiales consultadas para este reportaje, quizá en Mejicanos no haya ningún negocio que no pague la “renta” a las pandillas. Y la agrupación que más se beneficia de ese delito es la 18 Revolucionaria, debido a que controla la mayor parte del territorio de Mejicanos y Ayutuxtepeque.

“La 18 no perdona que no le paguen la renta en Mejicanos”, explica una fuente. Y ejemplifica con el caso de Antonio Pinto Reyes, un hombre de 51 años que fue asesinado uno o dos días después de que abriera un negocio de lavado de carros sobre la Calle al Volcán, en la colonia Santa Gertrudis.

De acuerdo con las fuentes policiales, el primer día que el hombre abrió el negocio llegaron a decirle cuánto era lo que debía pagar como extorsión. El comerciante se negó y por eso al siguiente día llegaron tres hombres, preguntaron por Antonio, lo introdujeron a una habitación, discutieron unos cuantos segundos y luego le asestaron diez balazos.

Aparentemente, la discusión entre Pinto Reyes y sus verdugos discurrió en que la víctima les dijo claramente que no tenía dinero para pagarles la “renta” y que no se las pagaría porque apenas comenzaba el negocio. Le costó la vida esa osadía.

En Mejicanos, en los últimos dos años, varios taxistas han sido blanco de ataques armados; las fuentes aseguran que en la mayoría de casos también ha sido porque las víctimas se han resistido a pagar las extorsiones.

El vehículo preferido por pandilleros de Mejicanos para cometer los ataques a sus víctimas son las motocicletas, afirman policías de ese municipio consultados para este reportaje.

Fuentes policiales aseguran que en Mejicanos, además de los homicidios que se dan por purgas entre las dos pandillas o en el interior de las mismas, gran parte de los homicidios que se registran es por el atraso en el pago de la extorsión o la negativa a pagarla; porque algunos negocios (mayormente car wash) contratan a empleados que viven en territorios de pandilla contraria a la del lugar donde trabajan y por entregar malas cuentas en la venta de drogas.

Las fuentes recalcan que la situación delincuencial de Mejicanos y Ayutuxtepeque ha aumentado en cuanto a homicidios y extorsión desde enero de 2016, cuando se tomó la decisión de que la delegación de Mejicanos, que por 23 años funcionó como tal, pasara a ser subdelegación con lo cual le quitaron mucho personal y vehículos.