Decenas de vecinos que residen en Los Planes de Renderos y comerciantes de la zona, expresaron su desacuerdo con el cierre y supuesto cobro que al parecer pretenden realizar las autoridades del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), para ingresar a las instalaciones del parque de la Puerta del Diablo, situado en el municipio de Panchimalco, al sur de San Salvador.
“Invitamos a los vecinos de Los Planes de Renderos y sus alrededores que están en desacuerdo con el cierre y aparente cobro de la Puerta del Diablo, que nos apoyen dando su firma. Ésta es una de las primeras medidas ya que es un espacio de los salvadoreños que recibe a familias numerosas y dicha medida afectará el bolsillos”, se datalla en la publicación de una página en Facebook denominada “Los Planes de Renderos”, la cual tiene más de 5 mil seguidores.
“El parque ha sido el único lugar que durante años está abierto al público y su ingreso a las instalaciones ha sido gratis. Todos los vendedores de comida, artesanías y juegos mecánicos no estamos en la disponibilidad de pagar más impuestos porque nuestra economía no lo permite”, dicen los afectados.
Foto/Óscar Iraheta
Ante el pronunciamiento de los afectados, la directora del ISTU, Dolores Henríquez de Funes, aclaró que el cierre del referido parque se debe a “un proyecto para remozarlo y mejorar las instalaciones”.
ISTU realizará mejoras en la Puerta del Diablo por cinco meses
Vecinos que residen en Los Planes de Renderos y comerciantes de la zona, expresaron su desacuerdo con el cierre por trabajos de mejora y supuesto cobro que al parecer pretenden realizar las autoridades del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), para ingresar a las instalaciones del parque de la Puerta del Diablo, situado en el municipio de Panchimalco, al sur de San Salvador.
La funcionaria informó que los preparativos para iniciar los trabajos iniciarán después de la Semana Santa y podrían demorarse hasta en cinco meses.
“Tenemos proyectado que la construcción de senderos, pasamanos, kioskos, parqueos, iluminación, merenderos y otros, sería una inversión de un millón 415 mil dólares”, explicó la directora.
En cuanto al costo para ingresar al parque, Henríquez de Funes sostuvo que “aún no está contemplado. El cobro es una especulación. No es nuestro objetivo perjudicar a nadie, si en algún momento, se unifican un solo lugar turístico entre los tres parques de Balboa, La Familia y La Puerta del Diablo, ahí se podría cobrar”, aclaró la funcionaria.
“Queremos dejar un parque digno, que se pueda disfrutar sanamente en un lugar que por años ha sido de diversión para la familia”, declaró la directora del ISTU.
Los propietarios de los comercios serán reubicados en el parque Balboa mientras se realizan los trabajos.
Sin embargo, ante la decisión del ISTU, los afectados iniciaron una recolección de firmas para presentarlas ante las autoridades para evitar el cobro del ingreso al parque, el cual es uno de los más visitados por los capitalinos durante los fines de semana.
Puerta del Diablo. Foto/Óscar Iraheta
“Tenemos cuatro lugares en toda la zona para que los vecinos firmemos las cartas y presentarlas al ISTU. Estamos en desacuerdo que el gobierno haga cobros excesivos para entrar a un lugar donde por años ha sido para el pueblo”, dijo Rosa de Chávez.
La Puerta del Diablo fue bautizada “La Puerta de los Ángeles” hace 45 años
Desde la antigüedad han existido variedad de propuestas para cambiar el nombre a este centro turístico, pero ninguna ha sido aceptada por la población.
Los pobladores señalaron que hace varios meses las autoridades del ISTU ordenaron cerrar con tela ciclón todo el parque Balboa, colocaron una pluma de metal en la entrara vehicular y el costo por persona es de $1.50, igual que el ingreso de los vehículos. Sostienen que el pago no se refleja en el mantenimiento del lugar, ya que está descuidado.
En agosto pasado el Movimiento Cambio de Nombre, pidieron a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) que apoyara el cambio de nombre actual a “La Puerta de Jesús”, argumentando que la violencia del país y el número de vidas que se han perdido en el lugar amerita el cambio de nombre. Sin embargo, varios diputados alegaron que el “nombre no traería una disminución de los hechos delictivos, fenómenos que no obedece a un simple nombre o título”.