Un grupo de 13 detenidos durante la Operación Libertad, desarrollada el pasado viernes, enfrentan hoy la audiencia de imposición de medidas en el Juzgado Especializado de Instrucción A, en San Salvador.
Los imputados, entre los que se encuentra Luis Solórzano, alias “La Vaca”, son acusados de lavado de dinero, homicidio, privación de libertad y organizaciones terroristas, entre otros.
De acuerdo a las investigaciones, Solorzano era el administrador general de la ruta de autobuses 97 y operaba una red de taxis piratas llamada “Génesis” en la zona de Santa Tecla.
Los implicados han sido detenidos por su vinculación con la MS-13, a cuyos líderes ayudaban a lavar dinero pic.twitter.com/D0mseLtYSk
— Fiscalía El Salvador (@FGR_SV) 20 de marzo de 2018
Video tomado de @FGR_SV
Fue capturado en la colonia Quezaltepeque, del referido municipio, junto a su compañera de vida Kenia Lorena Hernández, presunta propietaria de un spa que era usado para financiar a la pandilla.
Pandillero detenido en operativo administraba ruta de buses y taxis piratas en Santa Tecla
Su compañera de vida también fue capturada en el procedimiento
La Operación Libertad permitió la desarticulación de una banda de financistas de la pandilla MS, señalaron las autoridades el pasado viernes.
La operación se realizó en Santa Tecla, Colón, Mejicanos, San Miguel y La Unión. Se efectuaron 29 capturas, 40 pandilleros recluidos en el Centro Penal de Máxima Seguridad, fueron notificados de nuevos delitos y 16 vehículos fueron incautados, entre otros.
Operación Libertad es el cuarto golpe que Seguridad da a las finanzas de este grupo criminal en 18 meses. Entre julio de 2017 y marzo de 2018 se desarrollaron además los operativos Jaque, Tecana y Cuscatlán con el objetivo de golpear las actividades financieras de la pandilla MS. En estos la MS ha sido despojada de un aproximado de $2.2 millones de dólares.
Operación Libertad revela financiamiento de la MS a movimientos sociales
El director de la Policía reveló que en el transcurso de la investigación encontraron que el financiamiento de las pandillas ya transcendió de las actividades comerciales hasta inyectar fondos a movimientos sociales de educación, veteranos e iglesias.